El pavo, un ave procedente de México, fue introducido en Europa por los españoles, que lo trajeron, entre tantas otras novedades, tras la conquista del continente americano. En Francia su consumo se popularizó entre la aristocracia, formando parte, en torno a mediados del siglo XVI, de varios banquetes reales.
En España el consumo de pavo despuntó más tarde —la primera receta conocida de pavo se remonta al año 1599, en el Libro del arte de cozina de Diego Granado, cocinero de la corte de Madrid—, arraigándose en las mesas de las clases pudientes en Navidad hacia la mitad del siglo XIX.
Pero el pavo no solo forma parte del recetario navideño español, sino que también se cocina en otras culturas gastronómicas, sobre todo occidentales, y en otras fechas como, por ejemplo, el conocido día de Acción de Gracias en Estados Unidos, una efeméride que se remonta a la década de los años veinte del siglo XVII en el estado de Massachusetts, y que se implantó definitivamente en 1863, cuando Abraham Lincoln lo declaró festividad nacional.
Y hoy en día, la carne de pavo se ha convertido en una estupenda opción natural, de una excelente calidad y valor nutricional en cualquiera de sus múltiples preparaciones —a la plancha, al horno, guisada, empanada…— y que da lugar a platos tan sabrosos como este Solomillo de pavo en escabeche, una receta ofrecida por la marca española especializada en pavo Turkey Lovers.
Solomillo de pavo en escabeche
INGREDIENTES
- 2 solomillos de pavo, en total entre 400 y 600 g
- 1 manzana
- 1 cebolla
- 50 g de pasas o arándanos secos
- 200 ml de aceite de oliva virgen extra
- 100 ml de vinagre de manzana
- Sal y pimienta
- 1 cucharada pequeña de granos de pimienta
- 2 hojas de laurel
ELABORACIÓN
Salpimentamos los solomillos de pavo, y en una cacerola con un chorrito de aceite de oliva virgen extra los vamos haciendo hasta que tomen un color dorado, sellándolos por todos los lados, incluidos los laterales y las puntas. Esto hará que se cree una fina capa alrededor para que después, al cocerlo, el solomillo no quede seco, sino jugoso. Cuando estén los solomillos los sacamos y reservamos en una fuente.
Cortamos la cebolla en juliana y la manzana en dados, los pasamos al aceite sobrante de la cacerola de los solomillos, y a fuego medio rehogamos durante 7 minutos aproximadamente.
Pasado ese tiempo, agregamos los solomillos, las pasas o arándanos en la cacerola, una cucharadita de pimienta en grano y dos hojas de laurel y lo cubrimos con los 200 ml de aceite y subimos el fuego. Cuando empiece a hervir echamos el vinagre y bajamos a fuego medio-bajo, dejándolo cocer durante 40 minutos. Si vemos que alguna pechuga no se ha cubierto con el aceite, de vez en cuando bañamos con la salsa con la ayuda de una cuchara grande o con un cazo.
Servimos los solomillos acompañados de los ingredientes sólidos del escabeche y con arroz o cuscús para que empape la salsa.





