La tecnología parece haber llegado también al menaje, en esta ocasión con una copa que, según indica el fabricante, lograría reducir hasta en un treinta por ciento el nivel de graduación alcohólica y las calorías habituales en una copa normal de vino.
La copa, de diseño clásico y de nombre Safe Cup, viene de la mano de Klimer, quien asegura que, tras haberse sometido a diversos test científicos aprobados por la ‘SITAC’ (Sociedad Italiana para el Tratamiento del Alcoholismo y sus Complicaciones), esta pieza garantiza la reducción de la absorción del alcohol en el cuerpo humano.
Para que la copa haga su efecto —continúa la argumentación— basta con oxigenar el vino de su interior en sentido opuesto a las agujas del reloj con un movimiento orbital. De esta manera el líquido caerá contra el relieve interno y creará una reacción químico mecánica que hará que el vino desprenda todas las cualidades. El anhídrido carbónico es un elemento presente en toda bebida alcohólica causado por la fermentación y acelera la absorción del alcohol en la sangre, el estómago se hincha y el alcohol circula por los vasos sanguíneos terminando en el hígado.
De este modo, con esta nueva copa se conseguiría eliminar el exceso de anhídrido carbónico por lo que el alcohol permanece más tiempo en el estómago y, por lo tanto, los ácidos gástricos pueden agredirlo disminuyendo así hasta un 30% la cantidad de etanol que penetra en la sangre.
No obstante, el fabricante recuerda que el consumo responsable de alcohol debe seguir siendo una prioridad y, por supuesto, si se bebe no conducir.