Un aparato que inserta en el vino una aguja de acero inoxidable revestida de teflón y con un diámetro muy reducido a través del corcho, y, una vez dentro inocula gas argón en su interior presurizando el vino, lo que permite extraer el vino de la botella… sin quitar el corcho.
Un aparato que inserta en el vino una aguja de acero inoxidable revestida de teflón y con un diámetro muy reducido a través del corcho, y, una vez dentro inocula gas argón en su interior presurizando el vino, lo que permite extraer el vino de la botella… sin quitar el corcho.
Se trata del sistema Coravin, que permite extraer el vino de la botella sin descorchar el tapón y que ha obtenido el premio al diseño y a la innovación tecnológica que patrocina IFEMA en el marco de Madrid Fusión.
El nuevo sistema cuenta ya con el respaldo de destacados críticos de vino de fama internacional como Robert Parker o Jancis Robinson, ya que no solo permite extraer el vino de la botella sino que también previene su oxidación, sin alterar su sabor ni aroma.
Para los amantes del vino, este método permite, además de beber un vino sin quitar el corcho, acceder a muchas botellas distintas sin necesidad de consumir de forma completa cada una de ellas, de modo que se puede repetir la misma cata en momentos posteriores sin que el vino pierda un ápice de su sabor. Para restaurantes y bares, permite ampliar la carta de vinos en la carta y mantener en condiciones las botellas que no han sido consumidas en su totalidad.
El sistema Coravin fue creado por Greg Lambrecht, ingeniero del Massachusetts Institute of Technology (MIT), quien quiso unir su pasión por los vinos a su conocimiento de la tecnología de las agujas médicas. Tras una década de investigación, en 2013 creó este sistema que ya está presente de forma directa en Estados Unidos, y más recientemente en Reino Unido, Italia, Francia, Alemania y, ahora, en España.
