Hace unas semanas se inició la vendimia, una de las épocas más activas e importantes en las zonas vitivinícolas españolas, ya que es el momento mágico en que llega a las bodegas la uva con la que se posteriormente se elaborarán los mejores vinos.
Y, precisamente por ello, las bodegas de La Carretera del Vi (La Carretera del Vino) —la primera Wine Road española— quieren compartir esta época vitivinícola con los enoturistas que visiten sus instalaciones con un conjunto de actividades dedicadas a la vendimia.
Los más atrevidos podrán sumergirse entre las viñas y caminar entre las cepas. Una posibilidad que permitirá ver de primera mano el origen del vino y conocer los procedimientos de la cosecha y los primeros pasos de la elaboración, como por ejemplo la prensada. Además de probar catas de mosto flor —el zumo de la uva resultado de prensar el fruto y a partir del cual se elabora el vino base— y de diversas variedades de uva en catas sensoriales, además de disfrutar de diversos maridajes y brunchs elaborados con productos relacionados con la temporada de la vendimia.
Una Wine Road española
Inspirada en las Wine Roads internacionales, doce bodegas del Penedès conforman La Carretera del Vino, la primera propuesta enoturística de España que ofrece un recorrido lineal desde los viñedos hasta el mar, con un alto valor histórico y cultural. Doce bodegas del Penedès y siete municipios de las comarcas barcelonesas del Penedès y el Garraf crearon esta primavera una nueva iniciativa enoturística que, bajo el nombre de La Carretera del Vi (La Carretera del Vino), recupera el antiguo trazado comercial que unía el interior del Penedès con la costa mediterránea y que usaban los romanos para hacer llegar los vinos elaborados en este territorio a todo el mundo.
La Carretera del Vino se convierte así en la primera Wine Road española, entendida como una ruta lineal, que sigue un trazado existente y claramente definido flanqueado por bodegas y otros puntos de interés turístico. Se trata de un recorrido de unos 35 kilómetros que va desde Sant Martí Sarroca hasta Sitges (o viceversa), pasando por las poblaciones de Pacs del Penedès, Vilafranca del Penedès, Olèrdola, Canyelles y Sant Pere de Ribes, y que presenta diferentes ramificaciones entre las bodegas y otros lugares de especial interés turístico.
Recorridos con premio
Y ahora, en vendimia, para aprovecha mejor todas las posibilidades que ofrece La Carretera del Vi, existe un pasaporte físico con el que los enoturistas reciben un tratamiento preferente durante las visitas a las diferentes bodegas de la wine road: cata de vinos de gama alta, descuentos en actividades especiales… Además, con la visita a seis bodegas reciben como obsequio una caja de seis botellas, una por cada bodega visitada. Y si acaban recorriendo el trazado (los seis restantes), reciben otra caja de seis botellas.
El pasaporte físico se une a la aplicación móvil Premium, en versión Android y IOS, con la que se obtienen las mismas ventajas que con el pasaporte físico.
