El Celler de Can Roca (Girona, tres estrellas Michelin) ha vuelto a imponerse como el mejor restaurante del mundo en la prestigiosa lista The World’s 50 Best Restaurants desbancando de la primera posición al danés Noma, que ha bajado al puesto número tres.
El Celler de Can Roca (Girona, tres estrellas Michelin) ha vuelto a imponerse como el mejor restaurante del mundo en la prestigiosa lista The World’s 50 Best Restaurants desbancando de la primera posición al danés Noma, que ha bajado al puesto número tres.
El italiano Osteria Francescana (Módena), de Massimo Bottura, ocupa el segundo puesto en el ranking.
Respecto a los otros representantes españoles, Arzak (San Sebastián) cae este año hasta el puesto diecisiete de la lista en la que en la pasada edición ocupaba el número ocho. Por su parte, Mugaritz repite en el sexto puesto, Asador Extebarri sube al puesto doce de la lista, protagonizando la mayor escalada de puestos de esta edición y Quique Dacosta (Denia) sube dos puestos, situándose en el 39.
Herencia de la tradición
El Celler de Can Roca es heredero del original Can Roca, una sencilla y honesta casa de comidas tradicional, regentada por los padres de los actuales propietarios del Celler, los hermanos Roca. Un sencillo bar situado en un barrio humilde, que pasado el tiempo vio como gracias al esfuerzo, el ingenio y el talento, la popular casa de comidas se convertía en uno de los templos de la gastronomía de vanguardia.
Porque hablar del Celler de Can Roca es, sin ninguna duda, hablar del trabajo continuo y perfectamente coordinado de tres hermanos: Joan Roca, en su calidad de chef, Josep al cargo de la sala como maitre y sumiller y Jordi que ejerce como chef de pastelería.
La última remodelación de este restaurante, realizada por el mismo estudio de interiorismo que ha diseñado algunos locales más de moda en Barcelona, ha logrado mantener la esencia del encanto rústico del anterior local, pero permitiendo a la vez que la sala haya ganado en confort, iluminación, acústica y encanto general.
La nueva sala principal está dispuesta en un formato triangular, acristalada en su mayor parte, tanto por su espacio exterior con vistas al jardín de entrada, como por el interior hacia otra pequeña zona también ajardinada, con un estilo casi oriental que al alejar de la vista a los comensales vecinos, crea un cálido ambiente de intimidad entre los asistentes.
