El cordero siempre ha sido uno de los platos tradicionales en las fechas navideñas, una apuesta segura que año tras año protagoniza el menú de muchos hogares españoles. Desde la receta más conservadora con el tradicional asado, hasta las más innovadoras con nuevos cortes y nuevas fusiones que últimamente nos están descubriendo nuevas formas de degustar este producto.
Por ello, la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Cordero de Extremadura, Corderex, ha querido ofrecer una serie de recomendaciones para elaborar la mejor receta de cordero en estas fechas.
Cómo elegir y cocinar un buen cordero
En el mercado, a la hora de elegir el producto, lo mejor es atender al etiquetado antes de comprar, para conocer las características principales de la carne: procedencia, fecha de sacrificio, parte del animal, peso, etc. Además, la certificación de un sello de calidad como una Denominación de Origen Protegida (DOP) o una Indicación Geográfica Protegida (IGP) garantiza las cualidades y calidades que especifican y exigen los Consejos Reguladores.
Conocer el producto y sus propiedades. La carne tiene que ser fresca y firme, con un aspecto seco y un color rosa natural.
La cantidad justa de grasa es muy importante ya que determina la jugosidad de la carne a la hora de cocinarla.
A la hora de elegir una pieza de cordero, el corte es uno de los aspectos más importantes, ya que nos facilitará su preparación. Debe ser limpio, los huesos no deben aparecer astillados o partidos.
Una vez en la cocina, el cordero es un tipo de carne tradicionalmente de gran rendimiento, lo que significa que es muy versátil a la hora de aprovechar toda su carne en sus distintos cortes. La carne de cordero es famosa por su tradicional asado, sin embargo, hoy en día el sector ha desarrollado nuevos cortes como los medallones, el tournedó, el filete de pierna, el churrasco, los churrasquitos, el filete de carillón, collares, pincho moruno, brocheta o hamburguesa que se adaptan perfectamente a los usos de la cocina actual.
Una de las premisas más importantes para que el menú resulte perfecto es conocer cómo conservar la carne para que mantenga sus propiedades y su calidad intactas, por ello, ha de tener un correcto proceso de conservación desde que la compramos en el mercado hasta que la vamos a utilizar. Aunque lo ideal es adquirir la carne fresca en fechas tan señaladas como Nochebuena, Navidad o Año Nuevo, como opción también se puede adquirir con anterioridad y congelarla. Hasta su consumo es necesario conservar la carne a una temperatura menor a 4 grados en nevera o congelarla, si fuésemos a reservarla para un periodo de quince días o más. Para descongelar siempre ha de hacerse lentamente en nevera y nunca provocar cambios bruscos de temperatura.
Un buen asado de cordero siempre es una apuesta segura para una velada perfecta, y además es la mejor opción si el número de comensales es elevado. Sin embargo, si queremos arriesgar, se trata de una carne muy versátil que en la cocina ofrece infinitas posibilidades.
