La sede de Bodegas Portia en Ribera del Duero acogerá durante dos semanas la exposición Itinerancias, de Patricia Rico, un recorrido por la evolución pictórica de la joven artista madrileña. La muestra podrá visitarse de manera gratuita desde el próximo domingo día 6 hasta el 20 de septiembre.
Con esta exposición, Itinerancias, Bodegas Portia sigue apostando por jóvenes artistas, ofreciéndoles la posibilidad de realizar la exposición en un marco único, como es la extraordinaria Bodega diseñada por el arquitecto británico Norman Foster.
La joven artista, Patricia Rico, es licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, además de haber cursado los Máster de Arte, Creación e Investigación y de Formación del Profesorado en la especialidad de artes plásticas, por la misma universidad.
Ha participado en más de una veintena de exposiciones colectivas como CC Mira de Pozuelo de Alarcón, en la Universidad Complutense de Madrid, en la sala de Caja Murcia de Madrid, en el Museo de la Ciudad de Madrid, en la Feria del Arte Estampa, en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecillas, etc.
Ha sido seleccionada en varios certámenes de pintura como el Plaza de Cibeles de la Fundación Amigos de Madrid, o el premio Toshiba, obteniendo diversos premios como el otorgado por la Fundación Valparaíso.
Naturaleza y paisaje
“Naturaleza y paisaje son términos muy presentes en mi trabajo. Esto es consecuencia de mis múltiples vivencias cercanas a lo natural, de la educación recibida en relación con todo ello y de un fuerte deseo de evasión que creo que se sublima de este modo —detalla la artista respecto a su obra—. Desde hace dos años persigo en mi obra la traducción de la sensación estética de la naturaleza en sensación pictórica a través de la experiencia previa del natural y el estudio del concepto de paisaje y de naturaleza como construcciones culturales. Asimismo investigo sobre la separación intelectual y física acelerada desde la Modernidad entre el hombre y lo natural. Mi línea de trabajo expresa, entre otras cuestiones, el anhelo romántico compartido con un gran número de artistas desde la década de los 60: el reencuentro con la naturaleza”.
La bodega
El éxito de la bodega, diseñada por Norman Foster, reside sin duda en la perfecta funcionalidad de sus distintas áreas, optimizada por el empleo de materiales nobles y perfectamente ordenada desde el corazón central de esta estrella surgida de la tierra.
El edificio está estructurado con hormigón, madera, acero y vidrio. En total, 12.500 metros organizados en tres plantas en forma de estrella cuyos tres brazos corresponden a las distintas zonas de elaboración, fermentación y crianza del vino.
El corazón central, sobre el que se encuentra la tolva receptora de las uvas recolectadas, actúa también como centro de coordinación, incluyendo tienda, sala de cata, auditorio, sala de reuniones y cafetería.
