El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Rías Baixas ha hecho pública la valoración de la añada 2019, que tras un proceso de valoración por parte de los Servicios Técnicos de la DOP ha sido calificada por el Pleno como Muy Buena, con una puntuación media de 7,2.
La calificación se basa en las conclusiones de un informe técnico, desarrollado por el Órgano de Control y Certificación de la propia Denominación que incluye información relativa a la cosecha y la vendimia, datos de las encuestas al panel de expertos y valoraciones de guías y prescriptores especializados, así como estadísticas comparadas con los resultados de los análisis sensoriales y fisicoquímicos llevados a cabo en la totalidad de los vinos verificados por este Consejo Regulador hasta el 31 de mayo.
En esa fecha se había verificado el 47,9 % del vino elaborado en la añada 2019 (10.638.126 litros), lo que muestra un buen comportamiento del mercado a pesar de la inactividad económica vivida desde mediados de marzo. Según informan desde el Órgano de Control y Certificación, a 31 de julio de este año, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rías Baixas ya había verificado 15.813.010 litros de vino.
Así es la añada 2019 de Rías Baixas
Los vinos de la añada 2019 de Rías Baixas cuentan con una graduación media elevada que se encuentra en el 12,8 %, mientras que el resto de parámetros se sitúan en los valores habituales. Según el panel de expertos del Consejo, sus principales características serían: visualmente, vinos de color amarillo pajizo con tonos verdosos, brillantes; olfativamente, de intensidad media, dominando los aromas primarios varietales con aromas cítricos, herbáceos, frutas de hueso y florales, en términos generales unos vinos complejos y francos; y, gustativamente, de una estructura e intensidad media con grado y acidez elevados, unos vinos frutales, cítricos, largos y persistentes.
En cuanto al ciclo vegetativo, los Servicios Técnicos destacan que “2019 fue un año con una brotación rápida e irregular. El viento en las subzonas del Condado do Tea y O Rosal produjo daños en los brotes, que también se vieron perjudicados por el granizo registrado a finales del mes de abril. La floración estuvo condicionada por los fenómenos meteorológicos adversos, de manera que los racimos resultaron más pequeños y menos compactos de lo habitual. No obstante, los meses de agosto y septiembre contaron con una meteorología estable, marcada por el tiempo seco y soleado, que facilitó la correcta maduración del fruto. La vendimia se desarrolló en unas condiciones propicias para recoger uvas de una alta calidad y óptimo estado sanitario”.
