Se estima que más de cincuenta mil trabajadores podrán beneficiarse de estas nuevas medidas de apoyo a la prolongación del periodo de actividad de los trabajadores con contratos fijos discontinuos en los sectores de turismo, comercio y hostelería vinculados a la actividad turística.
El Consejo de Ministros celebrado ayer viernes aprobó el Real Decreto-Ley —propuesto por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social— de Medidas Urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la Jornada de Trabajo, en el que se incluyen una serie de iniciativas destinadas a impulsar la actividad y el empleo en los sectores vinculados al turismo.
Prolongación del período de actividad de los trabajadores fijos discontinuos
En concreto, en el artículo 9 del Capítulo II de este Real Decreto-Ley se incluyen medidas de apoyo a la prolongación del periodo de actividad de los trabajadores con contratos fijos discontinuos en los sectores de turismo, comercio y hostelería vinculados a la actividad turística. El objetivo de esta medida es el mantenimiento del empleo y la lucha contra la estacionalidad en las actividades vinculadas al sector turístico.
Las empresas podrán aplicar una bonificación del cincuenta por ciento de las cuotas empresariales a la Seguridad Social por contingencias comunes —así como por los conceptos de recaudación conjunta de Desempleo, FOGASA y Formación Profesional— de los trabajadores fijos discontinuos de estos sectores en los meses de febrero, marzo y noviembre. La medida contribuye al mantenimiento de más de cincuenta mil empleos durante los citados meses.
Según figura en el texto del Real Decreto-Ley aprobado ayer viernes “la medida proporciona un apoyo eficaz al sector turístico, referente en nuestro país y uno de los de mayor potencial generador de empleo”. Y es que, según los datos del World Travel & Tourism Council (WTTC), en 2018 el sector turístico en España empleó a 2,8 millones de trabajadores y supuso casi un quince por ciento del producto interior bruto nacional, con un crecimiento interanual del 2,8 por ciento, por encima de la media de la economía española.
