Una antigua posada para peregrinos anexa a un convento franciscano y situada en un histórico edificio de la ciudad de Módena, capital de una región italiana reconocida mundialmente por el famoso vinagre balsámico, se ha convertido en el privilegiado emplazamiento que alberga la Osteria Francescana, el mejor restaurante de Italia y, desde hoy, el mejor del mundo.
Un local que abrió sus puertas por primera vez hace ya más de veinte años y que durante este tiempo ha ido ocupando poco a poco varios de los edificios contiguos y añadiendo a sus paredes algunas de las mejores piezas de arte contemporáneo del mundo, un tema del que su creador, propietario y cocinero, Massimo Botura, se declara apasionado experto y coleccionista.
Pasados ya los 50 años, Botura es un atrevido y sensible chef que ha sabido conjugar espléndidamente la tradición y la vanguardia. Como en otros proyectos de restauración punteros, varios ayudantes cualificados experimentan a diario con los sabores y las texturas en un entorno que más parece un laboratorio físico-químico que una cocina propiamente dicha.
Contrariamente a lo que podría desprenderse de su histórico nombre, este restaurante propone una de las cocinas más experimentales e innovadoras del mundo, con platos de autor convertidos en clásicos y a menudo adornados con nostálgicos toques de la antigua cocina tradicional italiana.
Entre sus especialidades se encuentran platos que invitan a descubrir un abanico de sabores, como los raviolis rellenos de cotechino, las lentejas con salsa de alubias; o la clásica ensalada Caesar preparada con vinagre de Módena, todos ellos preparados con unos toques de color y unas texturas que los hacen irresistibles, además de al paladar, a la vista.
“Me gusta pensar que hago arte”
Nacido en Módena en 1962 en una familia de acomodados propietarios de pozos petrolíferos, se interesa desde muy joven por la gastronomía. En 1986 compra una antigua taberna en Campazzo, cerca Nonantola, donde aprende a conocer los misterios de la cocina de la región, la llamada cocina ‘emiliana’.
En 1992 consigue que el mítico chef Alain Ducasse le invite a pasar unos meses en su histórico restaurante Le Louis XV, en Mónaco, donde se familiariza con las reglas de la nueva cocina. En el 2000 y después de una visita a la Osteria Francescana, Ferran Adrià le invita a pasar unos meses en elBulli, donde entra en contacto con la cocina molecular.
Tras toda esa amplia formación, en la actualidad la filosofía culinaria de Botura es la de conseguir en sus innovadores platos una unión perfecta entre texturas, temperaturas y sabores, una actividad con la que Massimo reconoce disfrutar plenamente porque según afirma “al cocinar me gusta pensar que hago arte”.
Osteria Francescana – Via Stella 22 I, 41121 Modena, Italia – Tfno: +39 059 210118 / +39 059 210 118 – info@francescana.it – www.osteriafrancescana.it
