La edición 2023 de la popular romería de El Rocío, que se ha celebrado del 26 al d 29 de mayo pasado, ha logrado ser más sostenible y con un menor impacto ambiental gracias a la instalación de contenedores de aceite usado para que este residuo no acabara llegando al entorno natural y dañando la red de saneamiento.
Mediante esta iniciativa, de la mano del Ayuntamiento de Almonte junto con la compañía de Gestión de Aceites Vegetales Uco-oil y la empresa de servicios públicos Giahsa, se instalaron cien contenedores para el reciclaje de aceite usado en la romería más multitudinaria del país, El Rocío, que tras su recogida por la empresa especializada han contribuido a un doble objetivo: reducir los daños en las infraestructuras depuradoras y aliviar el impacto en el privilegiado medio natural del Rocío, con menos vertidos de aceite que los sistemas de depuración no son siempre capaces de absorber.
Aceite usado en El Rocío
Durante la romería los aceites usados de cocina —aceites vegetales— se generan como residuos en diferentes lugares como domicilios, empresas de hostelería y en casas de hermandad, debido a la enorme población que se congrega el evento. “Estos aceites, al concentrarse en grandes cantidades durante un periodo corto de tiempo, debilitan el saneamiento y, debido a la dificultad en la depuración en determinados momentos, este daño puede llegar a afectar además a la maravillosa naturaleza protegida de la Aldea”, comenta el concejal de Medio Ambiente de Almonte, José María García.
Y es que las cantidades de aceites que se acumulan en los saneamientos en estas fechas se multiplican de forma exponencial y son muy nocivas: “Es una grasa que llega a poner en riesgo todo el sistema, pues se acumula en las tuberías y estropea las bombas de desagüe, llegando a provocar atascos de gran consideración que afectan al conjunto del proceso de depuración”, explica la encargada del Departamento de Depuración de Giahsa, María Jesús García.
De color naranja, y fácilmente reconocibles, los contenedores admiten botellas de plástico de hasta 8 y 10 litros, facilitando la cooperación tanto de los ciudadanos residentes como de los participantes en la romería. Se trata de recipientes que ya están en muchos otros municipios onubenses, allá donde los propios ayuntamientos manifiestan su voluntad de contribuir a un desarrollo más sostenible.
