Actualmente más de cinco millones de personas en España se decantan por productos de origen vegetal, un 34 % más que en 2020. Como consecuencia, el mercado de la comida plant based, alimentos cien por cien de origen vegetal, se ha disparado en los últimos años.
Así se recoge en la tercera edición del informe The Green Revolution llevado a cabo por la consultora Lantern en 2021 y analizado por Last.app, startup española de software para la gestión de restaurantes, que indica que el número de personas que elegían basar su alimentación en vegetales en España aumentaba un 34 % con respecto al año anterior, representando el 13 % de la población adulta, lo que supondría que más de 5 millones de personas en toda España prefieren consumir únicamente productos de origen vegetal.
Una tendencia que no solo afecta a la venta al público de productos vegetales, sino también, de un modo natural, al sector de la hostelería, donde los establecimientos han ido incrementando paulatinamente sus opciones y propuestas veggies. En este sentido, según la compañía de entrega de comida a domicilio Deliveroo, el pasado año la oferta de restaurantes veganos en España se disparó un 25 %, con Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca como las ciudades en las que sus clientes más solicitaron este tipo de comida.
Cada vez más restaurantes con oferta vegana
Y actualmente, las opciones veganas y vegetarianas siguen creciendo en España gracias a esta demanda creciente, un nuevo movimiento que no solo afecta a la apertura de locales plenamente veggies, sino que la restauración más tradicional se ha visto impulsada a adaptarse a los nuevos retos que le proponen los consumidores y a organizarse en torno a esta nueva tendencia para añadir valor a sus propuestas gastronómicas, lo que ha provocado la creación de opciones en las cartas de los restaurantes que, hasta hace muy poco, eran impensables, como hamburguesas de remolacha, bacon hecho a partir de soja o brownies de lentejas. Nuevas fórmulas como la carne o el queso vegetal, o la reciente tendencia de usar antiguos productos como la quinoa o la soja permiten generar opciones para todos los gustos cada vez en más restaurantes.
