Con un ligero aumento del consumo nacional hacia los 1.000 millones de litros, España se clasifica como séptimo mayor consumidor mundial de vino tras EEUU, Francia, Italia, Alemania, China y Reino Unido, pero cae hasta el puesto 33º en consumo per cápita, en un ranking que encabeza la Ciudad del Vaticano.
El Wine Institute de California ha publicado en noviembre de este año la revisión y actualización de los datos que elabora Trade Data and Analysis sobre producción, consumo y consumo per cápita de vino en el mundo a 2014. Las principales conclusiones, recogidas por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv) son las siguientes:
PRODUCCIÓN. Con una estimación de 38 millones de hectolitros en 2014, España se habría situado en su clásica tercera posición entre los grandes productores mundiales de vino, por detrás de Italia y Francia que van turnándose en la primera, en el entorno de los 46/50 millones. Por detrás, EEUU ronda los 30 millones de hectolitros y quedan más abajo los 15 de Argentina, los 12 millones de Australia y las producciones de Sudáfrica, China y Chile que se sitúan entre los 10 y los 11 millones de hectolitros.
De la tabla de 57 países productores, los tres primeros suponemos el 45,8% del total de vino que se produce en el mundo que, sumado al 10,7% que su‐ ponen EEUU, alcanzaría un 56% entre tan solo los primeros 4 grandes productores mundiales. Junto con Argentina, Australia, Sudáfrica, China y Chile que muestran también producciones superiores a los 10 millones de Hl alcanzaríamos el 77,9% del total mundial.
CONSUMO DE VINO. Sin embargo, la cifra de consumo de vino en España nos aleja del pódium y nos lleva hasta el séptimo puesto de la clasificación mundial con unos 10 millones de hectolitros estimados para 2014, con ligera subida sobre los 9,1 y 9,3 millones de años anteriores. Una ligera subida que nos permite superar las cifras de Argentina y Rusia, pero no llega a la tercera parte de los 32 millones de Hl de consumo de EEUU y es menos de la mitad de los consumos que se realizan en Francia, Italia y Alemania. Del total de 223 países y territorios (incluidos por separado Ceuta, melilla y Gibraltar) que figuran en el ranking, comparando consumo total con población, comprobamos que:
7 países consumen más de 10 millones de hectolitros de vino en el mundo, que representan el 57% del consumo total pero apenas el 27,7% de la población.
EEUU supero a Francia como principal consumidor mundial de vino hace años y se sitúa en 2014 en 32,1 millones de Hl.
Italia y Alemania rondan los 20 millones de Hl cada uno y les siguen con 15,8 millones China (al alza) y con 13,9 millones UK (a la baja), entre los principales consumidores.
Hasta 33 países en el mundo consumen por encima del millón de hectolitros, que suponen el 41,5% de la población total, pero concentran el 91,5% del consumo.
En el extremo opuesto de la tabla, 190 países y territorios consumen menos de un millón de hectolitros y apenas suponen un 8,5% del consumo total.
DIFERENCIA ENTRE PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE VINO. Si comparamos la estimación de consumo total con la de producción total en sus grandes cifras mundiales, según estos datos habría una diferencia importante y creciente entre los 282,3 millones de Hl producidos en 2014 y los 247 millones consumidos en el mismo año que apuntarían a un excedente de más de 35 millones de Hl Una producción que supera sensiblemente al consumo pero que puede también destinarse a otros usos industriales (vermut y vinagre), que en parte se pierde en mermas de producción y que también se almacena en una cierta cantidad para su envejecimiento. Un excedente que debe vigilarse de cerca y que, coyunturalmente, para ese año, pudiera considerarse razonable a la vista de la gran producción del año 2013 en los principales países europeos.
En esta comparación entre lo que cada país produce y lo que consume internamente, comprobamos que es España el país productor que más necesitado está de exportar. Los 28,2 millones de Hl que encontramos de diferencia en 2014 entre el vino producido y el consumido en España son superiores a los 24,3 millones de diferencia en Italia y los 18,8 millones de Francia y mucho más elevados que las diferencias existentes en Argentina, Portugal, Sudáfrica o Chile.
Incluso en términos relativos, el promedio de lo que España ha producido y no consumido internamente entre 2011 y 2014 (y se ha visto obligada a destilar o exportar) es un 72% de la media producida en estos mismos años y supera ampliamente a otros grandes productores con fuerte propensión exportadora como son Nueva Zelanda (67%), Sudáfrica (66,7%), Australia (59,7%) o Argentina (30,2%). En este caso, sólo la propensión exportadora de Chile – la proporción de lo producido y no consumido sobre el total de la producción – es mayor que la española con un 74,1%, lo que explica su fuerte empuje en los mercados internacionales.
En el lado opuesto de la tabla, países productores como Ucrania, EEUU, Austria, Rumania y muchos otros figuran con producciones inferiores a sus cifras estimadas de consumo y, por lo tanto, se ven obligadas a importar. Entre ellos, destaca la fuerte posición deficitaria de Alemania, que produce una media anual de 8,4 millones de Hl y consume una media de 20 millones.
CONSUMO DE VINO PER CÁPITA. Si finalmente comparamos el consumo total, en cada país con su población para hallar el consumo per cápita, los datos no reflejan una buena posición para España. Con la estimación de 1.000 millones de litros de consumo interno en 2014 y una población de 47 millones de habitantes (sin contar los 68 millones de visitantes extranjeros que pasan unos pocos días al año en nuestra tierra, pero también consumen) el consumo per cápita español se situaría en 21,26 litros por persona y año. Con ser cifra muy superior a los apenas 3,47 litros de media a nivel mundial, sin embargo, nos sitúa en el puesto número 33 de la clasificación, alejados de los 53,83 litros de los habitantes de Ciudad del Vaticano, los más de 40 litros por persona y año de países como Andorra, Croacia, Eslovenia o Francia y alejados también de los 33,3 de Italia, los casi 28 litros de Grecia o los 23,46 de Argentina; e incluso por debajo de países no productores como Reino Unido (21,49) o Bélgica (23,07).
En esta clasificación de consumo per cápita a nivel mundial, vemos que hay 9 países con consumos superiores a los 40 litros por habitante, 26 países con consumos entre los 20 y los 40 litros y 28 más están entre los 10 y los 20 litros por persona y año.
Pero no es entre los países más poblados entre los que más vino se consume. De entre los 12 países con mayor población en los que se superan los 100 millones de habitantes solo EEUU supera los 10 litros por habitante y año y solo Rusia se acerca a los 7 litros, lo que indica el mucho camino aun por recorrer en la difusión del consumo del vino a nivel mundial y, particularmente, entre países de gran tamaño.
