La sede en Madrid del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente acoge desde ayer viernes y hasta el 30 de septiembre, la exposición fotográfica ‘Fractales, las marismas y Doñana’, que muestra las estructuras fractales de las marismas andaluzas, entre ellas las del Parque Nacional de Doñana.
Con el objetivo de dar a conocer estos espacios desde una nueva perspectiva, para concienciar sobre su conservación, la exposición recoge una selección de las mejores imágenes de la obra Fractales. Anatomía íntima de la marisma, del fotógrafo Héctor Garrido, con más de 200 imágenes aéreas sobre este enclave.
El recorrido se acompaña de textos explicativos para desvelar al público de forma sencilla y divulgativa el entorno de las marismas y su peculiar geometría.
Héctor Garrido es un fotógrafo especializado en ciencia y retrato. Su obra fruto de esta exposición refleja una técnica basada en la búsqueda de la combinación perfecta entre la inundación, mareal o pluvial, y la angulación de la luz solar. Para ello, los más de 300 vuelos para la toma de las fotografías se han realizado en torno a las horas del amanecer y el ocaso, consiguiendo intensificar los relieves y colores del paisaje.
Estas fotografías se han realizado para la Estación Biológica de Doñana-CSIC-Ministerio de Economía y Competitividad desde 1973. Componen la serie de datos científicos más larga que se ha producido en España y son una valiosa herramienta para gestionar el área protegida de Doñana.
Mosaico de ecosistemas
El Parque Nacional de Doñana es un mosaico de ecosistemas que albergan una biodiversidad única en Europa. Destaca sobre todo la marisma, de extraordinaria importancia como lugar de paso, cría e invernada para miles de aves europeas y africanas. En el Parque viven especies únicas, y en serio peligro de extinción, como el águila imperial ibérica y el lince ibérico.
Doñana supone la confluencia de un conjunto de ecosistemas —playa, dunas, cotos, marisma…— que dotan a este Parque de una personalidad única.
La singularidad de Doñana se debe a la gran diversidad de biotopos y especies que alberga. Además de la marisma, ecosistema que se caracteriza por su alta productividad, un conjunto de unidades ambientales excepcionales confluyen aquí: la playa, las dunas móviles y los corrales; el monte con sabinares, alcornocales y pinares, englobados bajo la denominación local de «cotos»; numerosas lagunas dispersas entre la vegetación y una zona de transición que enlaza y separa a todos, la vera.