Hoy domingo se ha celebrado en Madrid capital la anual Fiesta de la Trashumancia, con 2.000 ovejas merinas acompañadas de pastores que han recorrido el centro de la ciudad por las históricas vías pecuarias: Cuesta de la Vega, calle Mayor, plaza de la Villa, Puerta del Sol, Cibeles, calle de Alcalá y Puerta de Alcalá.

El punto culminante ha tenido lugar a las 10:30, en la Plaza de la Villa, donde se dio la bienvenida a los pastores por parte de las autoridades para proceder al tradicional pago de los maravedís, una tradición de la Edad Media por la que el pastor mayoral hace entrega a un representante del Consistorio de la Villa y Corte de Madrid de 25 maravedís (moneda española del siglo XV) como pago por atravesar las dehesas y prados de la capital durante cuatro días.

Coincidiendo con esta fecha, desde la Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y el Caprino (INTEROVIC), que representa a la totalidad del sector español, recuerdan a la opinión pública que el sector ovino español hace posible que la trashumancia siga realizándose y que este desplazamiento del ganado desde las dehesas de invierno a los pastos de verano contribuye a la mejora forestal evitando incendios y desertización.

Además, favorece la biodiversidad, modela y preserva el paisaje y permite configurar una red de vías pecuarias capaces de impulsar la diversificación de la economía rural. Actúa como factor coadyuvante para el sector turístico ya que muchos es realmente un atractivo presenciar el paso del ganado por las calles de Madrid, en una tradición con más de seis siglos. Es importante destacar también la recuperación e integración ambiental de las vías pecuarias, así como, campañas de información y sensibilización y la sostenibilidad de la trashumancia.

400.000 hectáreas

En el pasado la trashumancia se convirtió en un fenómeno económico, social y cultural que en España alcanzó su máximo esplendor durante la Edad Media, cuando casi cuatro millones de ovejas cruzaban la Península Ibérica dos veces al año. Los caminos antiguos aún son hoy en día un importante patrimonio, con más de 400.000 hectáreas de superficie.

La Cordillera Cantábrica, el Sistema Ibérico, el Sistema Central y los Montes Universales son los lugares de verano que recorre el ganado durante la trashumancia. Se trata de pastos muy ricos, ya que han aprovechado el agua de la resta del año.
Durante el invierno, en cambio, la mayoría de los pastos se encuentran cubiertos de nieve.