El concepto de huella hídrica sirve para calcular toda el agua utilizada en la cadena de suministro de un producto. Y el despilfarro de comida, sumado a los productos que caducan y sobran supone 130 litros de agua por persona y día, el equivalente al derroche de una bañera grande llena de agua diaria.

Así se indica desde AECOC, la Asociación de Empresas del Gran Consumo que, coincidiendo con la semana en que se celebra el Día Mundial del Agua (22 de marzo), han querido destacar la importancia de seguir trabajando para reducir el desperdicio de alimentos ya que, entre otras consecuencias, tiene un impacto directo en el medioambiente.

“La mayor parte del agua que consumimos no es, como pensamos, la que sale del grifo de la ducha, del baño o la cocina, es la que se usa en la cadena de suministro de bienes y servicios. Es la que se encuentra oculta en cada objeto, alimento, en nuestros viajes o en nuestro trabajo”, afirma David Esteller, responsable de la iniciativa.

La huella hídrica en el planeta

Y precisamente para calcular toda el agua utilizada en la cadena de suministro de un producto se creó el concepto de la huella hídrica, que sirve para cuantificar los impactos ambientales relacionados con el agua. Cada persona genera anualmente una huella hídrica de 1.385 metros cúbicos o, lo que es lo mismo, el volumen de media piscina olímpica.

El sector que más agua consume es la agricultura, ya que casi el 92 % de la huella hídrica del planeta se corresponde con a la producción de alimentos. Queda claro que la relación entre el agua y la alimentación es muy estrecha y que las actividades productivas llevan acompañadas necesariamente ese consumo de residuos hídricos. En este sentido, desde AECOC recuerdan que “la utilización de recursos está plenamente justificada cuando los productos se consumen, pero que el problema se presenta cuando se emplean recursos para producir alimentos que finalmente se acaben destruyendo. Ese es el problema, que cuando los alimentos se desperdician el agua se malgasta”.

El desperdicio en España

Según un estudio de la Universidad Politécnica de Madrid, el desperdicio de alimentos en los hogares españoles genera una huella hídrica de más de 130 litros por persona y día, lo que lleva consigo grandes pérdidas de recursos naturales, entre ellos la pérdida de agua dulce, un recurso escaso. Y es que, según varios investigadores, el derroche de comida junto con los productos que caducan y los que se estropean antes de consumirlos, alcanzan casi los 2.100 hectómetros cúbicos para toda España, lo que equivale al derroche de una bañera grande llena de agua cada día.

Para reducir el desperdicio de alimentos y, en consecuencia, el malgasto de agua que lleva acompañado, son recomendables medidas como planificar las compras antes de salir de casa, dar una segunda vida a los alimentos que sobran en nuestras mesas con recetas creativas, o usar los envases adecuados para conservar bien los alimentos, entre otras.

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La huella hídrica del desperdicio alimentario: 130 litros de agua por persona y día
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La huella hídrica del desperdicio alimentario: 130 litros de agua por persona y día
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La huella hídrica sirve para calcular toda el agua utilizada en la cadena de suministro de un producto. Y el despilfarro de comida, sumado a los productos que caducan y sobran supone 130 litros de agua por persona y día.
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