“El incumplimiento de la Ley de mejora de la cadena alimentaria no va a salir gratis”, aseguraba ayer jueves la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina a lo largo de una reunión con las principales organizaciones agrarias para hacer balance del primer aniversario de esta Ley que pretende que todos los eslabones reciban un precio que compense lo que está aportando a la cadena de valor.
En este encuentro con las Organizaciones Profesionales Agrarias ASAJA; COAG y UPA, y de Cooperativas Agro-alimentarias de España, García Tejerina recalcaba que, tras este primer año de la Ley de la cadena alimentaria, el objetivo prioritario del Ministerio es evitar que se cometan prácticas comerciales abusivas, así como impulsar medidas para que la cadena de valor funcione correctamente, es decir, que “todos los eslabones reciban un precio que compense lo que están aportando a la cadena de valor”.
Se trata, puntualizaba, que a lo largo de todos sus eslabones “esta cadena funcione y eso redunde en mejores precios y en lograr un sector más competitivo que pueda crecer”.
‘El mediador’
De cara al futuro la ministra adelantaba que en el mes de febrero o marzo se espera que esté publicado el reglamento de desarrollo de la ley, que incorporará como uno de los elementos más destacados la figura del mediador, que actuará cuando no haya acuerdo en los precios. Asimismo, la ministra se ha referido al impulso de un código de buenas prácticas mercantiles.
En opinión de la ministra, uno de los aspectos positivos de esta ley que, a partir de ahora todas las compras y las ventas que se realicen a lo largo de la cadena tienen que tener obligatoriamente un contrato, con un plazo de cobro y un precio, “algo que no sucedía hasta la fecha y que había que corregir”.
La AICA
Una de las aportaciones de la Ley ha sido la creación de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), organismo del Ministerio encargado de velar por el cumplimiento de la ley y que desde su nacimiento lleva ya realizadas más de 1.800 inspecciones de vigilancia en el mercado.
En concreto, la AICA está haciendo una especial incidencia en dos sectores: por un lado, el plan de control específico para frutas y hortalizas, creado para evitar que las distorsiones provocadas por el veto ruso pudieran perturbar el mercado nacional, y por otro, los sectores de la leche y el aceite de oliva, dos productos que habitualmente se utilizan como reclamo.