Un equipo de investigadores de la Booth Business School, perteneciente a la Universidad de Chicago, ha llevado a cabo un experimento cuyos resultados han revelado que la actividad diaria de comprobación del correo electrónico y utilización de medios de comunicación social es más adictiva que los cigarrillos y el alcohol. Según informa Discovery News, el […]
Un equipo de investigadores de la Booth Business School, perteneciente a la Universidad de Chicago, ha llevado a cabo un experimento cuyos resultados han revelado que la actividad diaria de comprobación del correo electrónico y utilización de medios de comunicación social es más adictiva que los cigarrillos y el alcohol.
Según informa Discovery News, el equipo, liderado por Wilhelm Hofmann, utilizó dispositivos BlackBerry para probar la fuerza de voluntad de 205 personas, una muestra representativa en la ciudad alemana de Würtzburg, con edades comprendidas entre 18 y 85 años.
A los participantes se les solicitó que siete veces al día a lo largo de una semana identificaran los deseos que iban experimentando, así como la intensidad de dichos deseos. El equipo estudió y tamizó las miles de respuestas recibidas, de las que obtuvieron algunos resultados muy reveladores. Afortunadamente, el estudio mostró que no todos somos esclavos del vicio y distracción, ya que la necesidad de dormir y el deseo de un rato de ocio encabezaron la lista.
Sin embargo, en esta lista de «tasas de fracaso de autocontrol», inmediatamente a continuación se encontraban la necesidad de comprobar sus entradas en redes sociales, email y trabajo, por delante de las ganas de encender un cigarrillo o de tomarse una copa.
«Los deseos hacia los medios de comunicación pueden ser comparativamente más difíciles de resistir debido a su alta disponibilidad y también porque se siente que no ‘cuesta mucho’ participar en estas actividades, a pesar de uno se quiera resistir,» declaraba Hofmann al diario británico The Guardian.
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