Los principales representantes del sector de alimentación y bebidas han solicitado una ampliación de los ERTE para todas aquellas empresas de la industria de alimentación y bebidas y distribuidores que acrediten un porcentaje del 40 % de su facturación dependiente del canal horeca.
Así se lo ha solicitado al Gobierno la Comisión de Asuntos Laborales de la Industria de Alimentación y Bebidas, integrada tanto por el empresariado, a través de FIAB —la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, integrada por 45 asociaciones—, como de los sindicatos, UGT FICA y CCOO-Industria.
En concreto, los integrantes de la Comisión, que se constituyó específicamente con motivo de la alerta sanitaria del COVID-19, piden prolongar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y las medidas de apoyo financieras hasta el 31 de diciembre de este año o, al menos, hasta que hayan desaparecido las actuales circunstancias provocadas por la crisis que, aseguran, “está teniendo gran impacto en las empresas de alimentación y bebidas, gravemente afectadas por la paralización de la hostelería y el turismo”.
Ampliación de los ERTE también a la industria
Y es que aunque el Gobierno ha manifestado que algunos sectores como el turismo o la hostelería seguirán necesitando medidas de apoyo mientras se recupera la actividad, los integrantes de la comisión manifiestan su preocupación ante la posibilidad de que estas medidas no se apliquen a los fabricantes de alimentos y bebidas que sirven a la hostelería, con el consiguiente daño al tejido empresarial y al empleo de los proveedores del canal hostelero.
Desde la Comisión, que al comienzo de la alerta sanitaria elaboró un Protocolo Guía de Buenas Prácticas de Protección y Prevención Laboral para los trabajadores del sector, instan al Ejecutivo “a adoptar estas medidas sin demora y acortar todo lo posible los plazos para su implementación” para un sector, el de la industria de alimentación y bebidas, que está compuesto por más de 30.000 empresas, en su mayoría pymes, y casi 500.000 trabajadores. Después de seis años consecutivos generando empleo, el sector podría perder entre 4.000 y 11.000 puestos de trabajo y 800 empresas se verían obligadas a cerrar por la crisis generada por la pandemia.
