El cocinero Carlos Miralles Vericat, del restaurante Tancat de Codorniu de Alcanar, Tarragona, ha sido el ganador del langostino de oro en el XV Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs celebrado ayer lunes, 25 de septiembre, en el Mercado Municipal de esta localidad castellonense.
Langostino de Vinaròs. Los platos ganadores
El plato con el que Carlos Miralles ha logrado el primer premio —que cuenta con una dotación económica de 1.000 euros— ha sido una elaboración a partir de Langostino de Vinaròs, garum y toques mediterráneos.
Esta propuesta es la que ha obtenido mejor puntuación por parte del jurado, presidido en esta edición por Vicent Guimerà Sales, al frente del restaurante l’Antic Molí de Ulldecona y ganador de una Estrella Michelin y que, además, fue el ganador de la primera edición del Concurso Nacional de Cocina Aplicada al Langostino de Vinaròs en 2003. Los demás miembros del jurado han sido: el jefe de cocina y profesor Federico Guajardo, el enólogo Agustí Torelló, el cocinero Cristian Biedma, de Guardamar del Segura, y Pablo López, asesor gastronómico de Gasma.

Segundo premio
El segundo premio, dotado con 500 euros, ha recaído en Juan Ramón Sau Ceitegui, del Restaurante La Bocca de Zaragoza, quien preparó un Langostino de Vinaròs en el velo marino de cítricos y jugo de cebolla tostada.

Tercer premio
Finalmente, el tercer premio ha sido para los cocineros de Can Ros Restaurante, de Burriana, Castellón, Aitor Martínez Ros e Ibai Martínez Ros. Su receta, un Langostino refrescante de Vinaròs, ha obtenido el langostino de bronce y un premio de 300 euros.
El resto de participantes han sido: José Luis Adán Caro, del Restaurante Converso, Monasterio de Valbuena (San Bernardo, Valladolid), Niki Pavanelli y Riccardo Delabella, del Restaurante Il Vecchio (Costa Adeje, Tenerife), José Cortés García y Davide Fossati, del Restaurante Diablito (Calvià, Baleares), Raúl González Pavo y Sandra Alonso Mejías, del Restaurante Delablanca (Fuengirola, Málaga), Miguel Ángel Mateos Robles y María Alcaraz, del Restaurante Hotel AC Cuzco (Madrid), Lamberto Eduardo Montono Gallego y Lidia Escalona Moreno, del Hotel Chateau Viñasoro (Alcázar de San Juan, Ciudad Real) y Mohamed Quauch y Sebastián Ospina, del Restaurante Soldemar (La Pineda, Vilaseca, Tarragona).
Un producto único
En la costa de Vinaròs existen abundantes y ricos caladeros que ofrecen gran variedad de pescados y mariscos. El pescado de este litoral es capturado por una flota artesanal con métodos respetuosos que garantizan el equilibrio ecológico de las preciadas reservas pesqueras de la zona, garantizando así que el producto llega al mercado cada día en unas condiciones óptimas de frescura y calidad.
Las aguas de baja salinidad del litoral y un clima suave y atemperado durante todo el año forman una particular combinación que da lugar a una elevadísima calidad en el langostino de Vinaròs. De aspecto, es increíble, tanto por la elegancia y sutileza externas, como por su carnosidad. Un producto incomparable y único con una producción limitada y localizada en el litoral mediterráneo de aguas transparentes que va desde el Delta del Ebro hasta Peñíscola.
El langostino de Vinaròs presenta un tamaño que puede llegar hasta los 20 centímetros en los ejemplares grandes, y con un grosor muy considerable. Su color fluctúa entre los rosáceos y los marrones, con una serie de bandas transversales en su abdomen; en su cola se aprecian unas tonalidades que recuerdan a la bandera republicana, unos tonos que se ven matizados por el brillo de su frescura, que le proporciona reflejos de color naranja vivo. Físicamente tiene unas características distintivas, la carnosidad y fuerza de su cuerpo.
En cuanto a su sabor, puede afirmarse que se trata de uno de los langostinos más sabrosos de la Península. La delicadeza de su sabor se debe a la riqueza de alimentos de las aguas de esta costa, enriquecidos por los depósitos del río Ebro, que confieren a sus carnes unas características organolépticas especiales.
