“Los vinos europeos con denominación de origen están más fuertes que nunca (…) En general, el sector vitivinícola de la UE —y los vinos con indicación geográfica en particular— gozan de muy buena salud hoy en día. Sin embargo, debemos permanecer vigilantes, dado que venimos viendo (…) de forma recurrente, como condiciones climatológicas extremas afectan negativamente a algunas de nuestras zonas de producción”.
Así se expresaba el presidente de la European Federation of Origin Wines (EFOW), Bernard Farges, a lo largo del primer congreso de denominaciones de origen de la Unión Europea celebrado la pasada semana en Bruselas, y en el que la Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV) participó con una delegación compuesta por veintiséis representantes de quince Denominaciones de Origen. La CECRV es miembro, junto a otras organizaciones de indicaciones geográficas de los grandes países productores (Francia, Italia y Portugal) y que representa a las denominaciones de origen europeas ante las instituciones de la UE.
Buen periodo para los vinos europeos
En el congreso se mostraron los buenos resultados del sector del vino con D.O. de la UE en la última década, a la vez que se abría un para realizar una valoración de las medidas de la Política Agrícola Común (PAC) aplicables al sector del vino, que la Comisión Europea está comenzando a valorar también con vistas a las negociaciones para la reforma de la PAC post-2020. El debate dio como resultado una evaluación positiva en términos globales de los instrumentos de la política vitivinícola de la UE y dio a conocer los cambios que son necesarios para reforzar el desarrollo económico del sector a juicio de las denominaciones de origen de los grandes países productores (Francia, España, Italia y Portugal).
Por su parte, ISMEA, el Instituto Italiano de Mercados Agrícolas, presentó un estudio sobre el sector del vino de la Unión Europea en el que se muestra que el sector ha disfrutado de un periodo de continuo crecimiento y ha aportado mucho valor añadido. Además, aporta evidencias de que, en comparación con otros sectores agrícolas, el sector del vino europeo —y en particular los vinos con indicación geográfica— han tenido mejores resultados en los años de crisis económica. Esto se explica por una combinación de calidad y tradición, representada por las zonas productivas de las DD.OO., así como por las continuas innovaciones de los operadores europeos y por las políticas vitivinícolas específicas de la UE, que ofrecen un marco positivo en el que poder crecer.
