Tanto el ternasco de Aragón como la ternera gallega son carnes extremadamente versátiles a la hora de su preparación y consumo. Se trata de productos excelentes tanto si se cocinan en sus versiones más tradicionales, como si se opta por cortes más vanguardistas.
Y, para dar a conocer la calidad y la excelencia de las carnes con origen certificado, y dentro del Plan de Promoción Europeo ‘Carnes con Estilo’, las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP) Ternera Gallega y Ternasco de Aragón están haciendo llegar a los consumidores nuevos cortes alternativos y multitud de recetas para preparar platos diferentes, como estos Medallones de Ternera Gallega IGP a la sartén con judías verdes y almendras.
Medallones de ternera gallega con judías verdes y almendras
INGREDIENTES
- 2 medallones gruesos de babilla (o de cadera) de Ternera Gallega IGP
- 3 dientes de ajo con piel
- 2 ramas de tomillo fresco
- Aceite de oliva virgen extra
- Pimienta negra recién molida
- 200 g de judías verdes redondas cocidas
- 50 g de almendra laminada tostada
- Perejil fresco
ELABORACIÓN
Atemperar los medallones al menos una hora antes.
A la hora de cocinarlos, ‘pintarlos’ bien con aceite de oliva y salpicar con pimienta negra recién molida. En una sartén antiadherente, hacerlos a fuego alto, primero por los cantos y luego por las caras. Cuando los estemos haciendo por las caras, añadir dos dientes de ajo prensados, con piel, y un chorrito más de aceite de oliva. Al dar la vuelta añadir una rama de tomillo fresco. Terminar de cocinar hasta el punto deseado, bañando regularmente con los jugos y aceite sobre la carne.
Retirar, añadir sal gruesa y dejar reposar 3-4 minutos.
Mientras, saltear las judías, previamente cocidas, con el ajo restante picado, en la misma sartén donde cocinamos la carne. Añadir por encima el perejil picado fresco y la almendra laminada.
Dos carnes con estilo
El Ternasco de Aragón es un cordero de menos de 90 días, alimentado con leche materna y cereales naturales hasta alcanzar un peso en canal que oscila entre 8 y 12,5 kg. Su exigente proceso de crianza y control está regulado por la IGP Ternasco de Aragón, la primera carne fresca en España que fue reconocida con una Denominación específica.
Por su parte, la Ternera Gallega es, también, la primera carne de vacuno con control integral y certificado de garantía europeo. La carne comercializada bajo el amparo de la IGP Ternera Gallega es exclusivamente de terneros nacidos, criados y sacrificados en Galicia, de menos de 10 meses, criados en ganaderías y cebaderos tradicionales, alimentados siguiendo las pautas seculares de la producción de carne en Galicia. Además, la base de su alimentación es la leche materna como mínimo hasta los siete meses de edad. La carne se caracteriza por su textura de músculo fino, por su jugosidad, sabor y extraordinaria terneza.
Dos Indicaciones Geográficas Protegidas que comparten valores, pero también historia. En 1989 Ternasco de Aragón fue la primera carne fresca reconocida con una Denominación específica en España, y en esas mismas fechas la IGP Ternera Gallega comenzó su labor de control y promoción. Ambas IGP fueron reconocidas por la Unión Europea en 1996, siendo unas de las dos primeras carnes frescas de vacuno y cordero, respectivamente, con un control integral y certificación de garantía reconocidas por Europa.
Actualmente, ambas IGP son las más representativas en la comercialización de vacuno y de cordero recental en España, donde Ternera Gallega representa el 55% del total del vacuno nacional español con sello IGP y Ternasco de Aragón, el 55% del total del cordero recental nacional con IGP .





