Tan solo en los hogares españoles —sin tener en cuenta el desperdicio producido por la industria alimentaria, establecimientos de hostelería, distribución, comercio, etc. — se tiran anualmente 1364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros por persona, según los últimos datos oficiales del Ministerio para 2020.
Entre los motivos para que se produzca ese desperdicio, un buen número de consumidores reconoce no tener clara la diferencia entre fechas de consumo preferente y caducidad que figura en los envases alimentarios, una circunstancia que podría ser la causa principal del desperdicio de hasta nueve millones de toneladas de comida al año, no solo en España, sino igualmente en toda Europa.
De hecho, según la Comisión Europea cada año se desperdician en Europa 88 millones de toneladas de comida y cerca del diez por ciento de todo ese desperdicio está relacionado con el etiquetado de fecha de los alimentos y con el hecho de no tener clara la diferencia entre las fechas de consumo preferente y de caducidad, lo que estaría ocasionando que se desperdicie mucha comida que aún podría estar en buen estado y podría consumirse, por lo que es bueno saber que la fecha de caducidad indica que pasado ese límite temporal el producto deja de ser seguro para la salud y no debe consumirse y, sin embargo, la fecha de consumo preferente señala que, una vez pasada, el producto puede perder algunas de sus propiedades pero si tiene buen aspecto, huele bien y sabe bien, se puede consumir sin que entrañe riesgos.
Entre los consejos para desperdiciar menos alimentos en el día a día de los hogares, además de revisar las fechas de consumo de los alimentos e intentar consumirlos antes de que lleguen a su límite, hay algunos otros muy prácticos como adecuar la compra a las necesidades diarias: en el caso de alimentos frescos o listos para el consumo valorar si es necesario el paquete grande o las ofertas ‘dos por uno’, que quizá sea demasiada comida y termine desperdiciada, y, por supuesto, antes de que esto ocurra, preparar en casa sabrosas y prácticas recetas con sobras, como por ejemplo, este Pollo escabechado en ensalada.
Pollo escabechado en ensalada
INGREDIENTES
- Trozos de pollo fresco que nos hayan sobrado del día anterior
- Harina
- Verduras que nos interese acabar: cebolla, zanahoria, calabacín…
- Vinagre
- Vino blanco
- Laurel
- Dientes de ajo
- Pimienta negra en grano
- Caldo de pollo
- Aceite de oliva
- Ensalada mezclum
ELABORACIÓN
Limpiamos los trozos de pollo de piel y huesos, los pasamos por la harina y los freímos.
Cortamos las verduras en juliana y las sofreímos en una sartén honda con un poco de aceite de oliva. Una vez pochadas, añadimos el pollo y vertemos el vinagre, el vino blanco y el caldo de pollo, el laurel y los granos de pimienta. Cubrimos con un poco de agua si fuera necesario y dejamos cocinar durante una hora aproximadamente.
Una vez hecho, sacamos el pollo del escabeche y los desmigamos.
Por otro lado, preparamos una ensalada con el mezclum, parte de las verduras del escabeche y el pollo.
Del caldo del escabeche retirar el laurel y la pimienta y lo pasamos por una batidora con el resto de las verduras. Con esta mezcla aliñamos la ensalada, y lista para servir.





