Los tapones de corcho se mantienen líderes en el mercado de Estados Unidos como material necesario para los vinos de alta calidad, los llamados premium, que han contado durante la última década con un destacado crecimiento, tanto en ventas como en cuota de mercado.
Los datos, correspondientes a una reciente investigación por Nielsen, compañía internacional de información, datos y análisis de audiencias, que indica que entre 2010 y 2020 las ventas de las cien mejores marcas de vino premium conservadas con tapón de corcho aumentaron un 97 %, en comparación con el 6 % de las marcas de vino que utilizan cierres y materiales de conservación artificiales. Y en esos mismos diez años, la cuota de mercado de los vinos premium en los que se utiliza el corcho creció más de un 20 % pasando de un 47 % a un 67,6 %.
Los últimos datos anuales mostrados por Nielsen sobre las cien mejores marcas premium del año muestran que entre los consumidores estadounidenses de vino existe una notoria preferencia por el uso del corcho natural a la hora de comprar vinos premium —con un precio igual o superior a 6 dólares por botella—, de forma que a finales de 2020, las cien mejores marcas de vino premium en este país contaban con un 72 % de botellas selladas con corcho.
El tapón de corcho
Y es que, además de un buen material para conservar el vino, el corcho se posiciona como uno de los materiales naturales más sostenibles y renovables, ya que se cosecha sin dañar ni talar árboles con una esperanza de vida de doscientos años o más. Durante su vida útil, el alcornoque, árbol del que se extrae corcho, puede absorber 20 toneladas de CO2 de la atmósfera, por lo que es un material sostenible que reduce el efecto invernadero.
De este modo, a través de la saca del corcho, un proceso de extracción de material totalmente sostenible, se está ayudando a combatir el cambio climático, al preservar los bosques de alcornoques más grandes de Europa de la deforestación, a la vez que se genera empleo en zonas rurales.
