El nuevo Zitro de granini incorpora por primera vez al mundo de los refrescos las burbujas de aguja, algo que hasta ahora estaba restringido a vinos y aguas, fundamentalmente.

Mmm… la refrescante sensación inicial de las burbujas, la agradable y fina explosión en boca, un juguetón cosquilleo en el paladar… ¿Estamos hablando de un vino de aguja? ¿De un cava? ¿De un sofisticado champagne de alguna de las tradicionales maisons francesas? Pues no. Estamos hablando de un refresco. Del nuevo Zitro de granini, una bebida que, por primera vez incorpora al mundo de los refrescos las burbujas de aguja, algo que hasta ahora estaba restringido a vinos y aguas, fundamentalmente.

Burbujas de aguja y tres originales mezclas de sabores son la base de este nuevo producto que, sin duda, está destinado a crear una nueva categoría en el sector. Unas burbujas mucho más finas y agradables al paladar, y unas combinaciones de sabores que le otorgan un toque más sofisticado, ideal para un público adulto —se presenta en latas de lata 0,33L y a un precio de 0,79€— y perfecto para el cada vez más exitoso segmento de la coctelería, donde innovaciones de este tipo ayudan a los mejores bartenders en sus creaciones de moda. En este caso, el formato más adecuado podría ser el de envase de PET de 1L con un diseño premium y muy transparente.

El sabor a naranja y azahar es una mezcla muy natural —el azahar es la flor del naranjo—, y eso se nota nada más probar el refresco. Un aroma único, cargado de personalidad, que nos traslada a escenarios andaluces, ligero y reconfortante.

Zitro de granini: sabor, olor, color y textura

Y de Andalucía, al Caribe. Si ya de por sí las burbujas de aguja suponen una verdadera explosión en boca, la aportación de una combinación de sabores ácidos, lima y limón, la potencian aún más: fuerza, frescura y originalidad que no dejan indiferente a nadie.

Una propuesta de combinaciones que acaba con el sabor de los frutos del bosque unido al toque ácido del limón mediterráneo: arándanos y limón. Desde tiempos inmemoriales cientos de culturas han utilizado los arándanos por sus beneficiosas y saludables propiedades y, ahora, a este refresco le otorga, sin duda, un atractivo y sofisticado toque personal.

Y es que granini, como buena marca alemana, siempre ha sido fiel a sus principios de ofrecer a su público un producto cuidado y selecto, elaborado con las mejores variedades de fruta. Sabor, olor, color, y textura han sido las cualidades con las que se introdujo hace años en el mercado español —la compañía tiene filiales en 12 países y está presente en más de 60— y con las que ha conseguido convertirse en una de las marcas más valoradas por los consumidores nacionales.