En la Unión Europea se estima que se desperdicia o se pierde un buen porcentaje de la producción alimentaria, algo que hoy en día no tendría que suceder sino que, por el contrario, debería convertirse en un problema del pasado transformando el sistema alimentario en uno que sea sostenible.
Los champiñones y setas ofrecen una gran variedad de sabores, texturas y opciones a nivel culinario, con grandes ventajas nutricionales como su bajo contenido en grasas y calorías, o su aporte de a dietética y proteínas.
La pasta es uno de los productos preferidos en todo el mundo. Aunque se trata de uno de los alimentos más ancestrales y se desconoce su origen, probablemente ligado al propio desarrollo de la agricultura —se trata simplemente de mezclar un cereal con agua—, es un producto que puede encontrarse en las cocinas populares de muchos países y culturas.
A nivel mundial se desperdicia un tercio de la comida que se produce, una situación que no es solo insostenible, sino que también supone un derroche muy importante de recursos destinados a la producción de alimentos.
El foie gras debe provenir, necesariamente, de ocas o patos criados básicamente al aire libre en granjas, que en el caso del foie gras español se encuentran, sobre todo, en la zona norte del país, y representan una actividad ganadera similar a la de cualquier otra especie como el porcino, el vacuno o el ovino.
Actualmente nos enfrentamos a un deterioro de los ecosistemas y a las consecuencias del cambio climático y, sin embargo, se siguen perdiendo y malgastando alimentos.
El sector lácteo es un pilar estratégico de la industria agroalimentaria española que genera miles de empleos directos. Con un incremento constante de las cifras de producción y exportación durante los últimos años, entre los principales retos del sector se encuentra el de hacer frente al descenso del consumo de productos lácteos en España.
Cuando nos ponemos a cocinar, uno de los resultados que esperamos conseguir es lograr unos platos saludables y sabrosos. Pero a veces el tradicional salpimentado de los alimentos no resulta suficiente, y las recetas necesitan que les apliquemos un extra de sabor.
Según la RAE, la definición de aperitivo es la ingesta de algún tipo de comida que “sirve para abrir el apetito”, entendido éste como “las ganas de comer”, además, también, de definirlo como la “bebida que se toma antes de una comida principal”.
La mitad de los españoles acaba tirando semanalmente entre el 10 % y el 50 % de la cesta de la compra que adquirió para ese periodo, un desperdicio que, además de ser un grave problema que afecta directamente al planeta, es también una cuestión que influye negativamente en nuestros bolsillos.
El secreto del vinagre de Jerez, del toque especial que da a los platos es, sin duda, su origen, ya que se trata de un vinagre que nace nada menos que de los propios vinos de Jerez, unos vinos nobles y tradicionales por excelencia, de los que hereda sus cualidades y matices únicos.
Tan solo en los hogares españoles —sin tener en cuenta el desperdicio producido por la industria alimentaria, establecimientos de hostelería, distribución, comercio, etc.— se tiran anualmente 1364 millones de kilos/litros de alimentos, una media de 31 kilos/litros por persona, según los últimos datos oficiales del Ministerio para 2020.
Cada vez más las marcas de alimentación están avanzando a través de la innovación y la adecuación de sus productos a las nuevas tendencias para ofrecer alimentos más prácticos, fáciles y rápidos de utilizar y, sobre todo, de confianza.
En los últimos años, el desperdicio de comida en los llamados países desarrollados se ha convertido en un hecho peligroso para el planeta: en el supermercado compramos más de lo que necesitamos, en casa dejamos que se estropeen las frutas y vegetales, en el restaurante pedimos más de lo que podemos comer…
El programa de promoción europeo CuTE Healthy – Cultivating a Healthy Europe with Fruit and vegetables from Europe (Cultivando una Europa sana con frutas y hortalizas europeas) tiene como objetivo incrementar el consumo de frutas y hortalizas en el contexto de unas buenas prácticas alimentarias.
La prevención y reducción del desperdicio alimentario es imprescindible, no solo de cara a asegurar el suministro alimentario, sino también para disminuir riesgos ambientales y preservar los recursos naturales y energéticos.
Cada vez más las marcas de alimentación están avanzando a través de la innovación y la adecuación de sus productos a las nuevas tendencias para ofrecer alimentos más prácticos, fáciles y rápidos de utilizar y, sobre todo, de confianza.
Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, cada año se desperdician cerca de 1400 millones de kilos de alimentos en España de los cuales más del 75 % corresponde a alimentos sin utilizar, que o bien se han estropeado en el proceso de distribución o se han tirado a la basura.
Restos arqueológicos encontrados en excavaciones neolíticas de las montañas del Cáucaso ya parecen indicar que las manzanas existían en la prehistoria. Otras fuentes aseguran que la especie silvestre Malus Sieversii, en regiones montañosas de Oriente Medio podría ser el manzano del que se habrían originado hace unos 20 000 años las primeras especies cultivadas de este árbol.
Pinchos, tapas, raciones, bocaditos, montaditos… acompañados de una caña, un buen vino, un refresco, un vermut… antes de la comida de mediodía, en cualquier día de la semana pero, sobre todo, los fines de semana.
A los europeos cada vez nos gustan más las frutas y verduras. Aunque la cantidad varía de un país a otro, como media consumimos al menos el 40 % de la cantidad diaria recomendada de fruta y más del 20 % del consumo recomendado de verduras, unos productos que proceden de países vecinos, especialmente España, Grecia, Portugal, Francia, Reino Unido y Alemania.
Pinchos, tapas, raciones, bocaditos, montaditos… acompañados de una caña, un buen vino, un refresco, un vermut… antes de la comida de mediodía, en cualquier día de la semana pero, sobre todo, los fines de semana.
A nivel mundial se desperdicia un tercio de la comida que se produce, una situación que no es solo insostenible, sino que también supone un derroche muy importante de recursos destinados a la producción de alimentos.
El arroz es un cereal de importancia primordial para la alimentación humana, ya que se trata de un alimento básico en la dieta de más de la mitad de la población mundial, especialmente en países subdesarrollados o en vías de desarrollo.
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