Un huerto urbano en una de las paredes de la cocina no solo contribuye a optimizar el poco espacio del que a menudo disponemos, sino que, además, ayuda a preparar platos diferentes y saludables, fomenta la idea del autoconsumo, mejora la calidad del aire purificándolo y generando aromas naturales.
En definitiva, una buena solución si lo que buscamos es un ambiente equilibrado, fresco y agradable en un espacio como el de la cocina, cada día más multifuncional y donde pasamos una gran parte de nuestro tiempo en casa. Por ello, desde el Instituto Silestone —iniciativa internacional del Grupo Cosentino para investigar y divulgar conocimiento sobre el espacio de la cocina—, han querido ofrecer una serie de consejos para instalar un huerto urbano en vertical, no solo para aprovechar los recursos naturales al cocinar, sino también para utilizarlo como un elemento decorativo de la cocina y optimizar al máximo su espacio.
Un huerto urbano en la cocina
Aprovechar los espacios verticales. Seguramente dispondremos de algún hueco vacío en las paredes de la cocina en el que poder montar un huerto urbano en vertical que, además, podemos hacer usando y reutilizando infinidad de materiales. Un ejemplo puede ser un huerto con tarros de cristal para colgar, que no solo quedará bonito, sino que además permitirá tener a mano tus plantas aromáticas esenciales para cocinar.
Incluir una mesa de cultivo a la decoración. Las mesas de cultivo se han incorporado poco a poco dentro de los hogares como un método de entretenimiento, decoración y ahorro, ya que es posible tener huertos urbanos sin luz solar, aunque siempre será mucho mejor si podemos instalarlo cerca de algún punto donde haya luz natural, para ahorrar energía y que el proceso de desarrollo sea más rápido.
Un huerto en la ventana o encimera. Se puede montar un pequeño huerto en alguna ventana en la cocina con tan solo añadir alguna balda o estante que lo soporte. También podemos aprovechar los espacios de la encimera que reciban más luz, de esta forma no será necesario ocupar demasiado espacios en la cocina, especialmente si es pequeña. Bastará con plantar hierbas aromáticas en pequeñas macetas o jardineras que darán un toque vegetal, pudiendo utilizarlas además para condimentar platos ricos y saludables.
Cultivar variedades pequeñas. Tomates, pimientos, berenjenas, judías, guisantes… todos los cultivos hortícolas cuentan con muchísimas variedades y esto nos permitirá contar con diferentes tipos de fruto, color, sabor, forma y tamaño, con lo que la cocina, además, se verá más bonita y natural.
