La Comisión Europea anunció recientemente el reconocimiento del nombre Havarti en el registro de denominaciones de origen protegidas europeas, con la figura de calidad Indicación Geográfica Protegida (IGP), un sello de garantía que los productores daneses de este queso podrán usar desde de mayo de 2020.
La decisión de Bruselas de aceptar la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para el queso Havarti está basada en su singularidad y su origen danés, y se da tras casi diez años de procesos desde que la Asociación Danesa de Productores de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) solicitara que le fuera reconocida esta figura europea de calidad y el derecho a poder usar el sello de procedencia para el queso Havarti. Durante este proceso, la asociación ha logrado demostrar la sólida posición de este queso, y su método de producción ha sido reconocido como único y vinculado a Dinamarca, país que con este último reconocimiento cuenta ya con cuatro quesos con sello IGP: Danablu, Esrom, Danbo y Havarti.
“La Indicación Geográfica Protegida de Havarti era un paso necesario para que los consumidores fuesen conscientes de la especialidad de este producto y pudiesen conocer la diferencia de nuestro Arla Havarti, cien por cien danés, frente a las imitaciones del mercado”, comenta Ignacio Cuadrado, director general de Arla Foods España, marca líder dentro del segmento del queso Havarti, con un 43 % de cuota del mercado español.
El queso Havarti original se produce en Dinamarca desde 1921, y en la actualidad las queserías danesas producen alrededor de 17 millones de kilos de Havarti por año, de los cuales dos tercios se exportan principalmente a países de la Unión Europea. Un queso que, además, es muy versátil en la cocina dando lugar a platos como estos Trigueros en tempura japonesa rellenos de Havarti fundente y salsa Okonomiyaki, una receta de David García ofrecida por Arla Foods.
Trigueros en tempura rellenos de queso Havarti y con salsa Okonomiyaki
INGREDIENTES
Para 4 personas
- 130 g de mix de harinas para tempura japonesa (suele contener harinas de arroz y maíz, evitando las de trigo)
- 160 ml de agua muy fría
- 8 lonchas de queso Havarti
- Espárragos trigueros bien frescos y no muy gruesos
- Salsa okonomiyaki (se consigue en tiendas de importación de productos orientales)
- Aceite de semillas (girasol, maíz, etc )
- Snacks de yuca picantes para acompañar
- Salsa de soja y cebollino fresco (opcional)
- Sal fina
ELABORACIÓN
En primer lugar, preparamos los trigueros con el Havarti. Para ello, lavamos los espárragos, les cortamos la parte más fibrosa y los igualamos. Después, aprovechando que aún estarán mojados, les añadimos un poco de sal fina.
Sobre una tabla, colocamos la loncha de queso encima el espárrago y comenzamos a enrollar apretando bien el espárrago para evitar que quede holgura. Como el Havarti es muy moldeable, justo al empezar a enrollarlo apretamos un poco el queso contra el espárrago hasta lograr que se quede pegado, y lo mismo al terminar de enrollarlo. Sólo le daremos una vuelta, lo justo para envolver el espárrago, cortamos el queso sobrante y repetimos la acción con todos los demás.
Una vez tengamos los trigueros listos, ponemos el aceite a calentar y, mientras tanto, preparamos la tempura. En un bol echamos el agua, muy fría —previamente la habremos metido en el congelador pero sin dejar que se congele— y encima añadimos el mix de harinas. Con la ayuda de una varilla, removemos bien hasta conseguir una textura muy fina y cremosa, trabajándola hasta que no queden grumos (si cuando la hayamos hecho aún no tenemos el aceite listo, la guardaremos en la nevera).
Cuando el aceite esté caliente —en freidora a 165 ºC, y en sartén comprobando buscando el punto intermedio en que ni suban rápidamente a la superficie ni bajen al fondo de la sartén y les cueste subir— sólo tendremos que sumergir totalmente los espárragos en la tempura, escurrir ligeramente y freír, teniendo en cuenta que la tempura no debe dorar, de modo que una vez en el aceite, con un minuto bastará. Lla principal característica de la tempura es su finura, es decir, que si observamos que después de freír contienen mucha cantidad de masa, deberemos escurrirlos más. Una vez hechos, sacamos los espárragos, dejándolos sobre papel absorbente.
Colocamos la salsa okonomiyaki en el fondo del plato, encima los trigueros, adornamos con un poco de cebollino y acompañamos con los snacks de yuca picantes y, opcionalmente, la salsa de soja en un bol aparte.
