Desde el año 2015 Belém, capital del brasileño Estado de Pará, ostenta el título de Ciudad Creativa en el área de Gastronomía. Con un millón y medio de habitantes y el 65% del territorio distribuido en 39 islas, esta ventaja geográfica ofrece a la ciudad una importante diversidad de productos alimentarios locales como marisco, açai, caco o pupunha.
La Red de Ciudades Creativas fue creada en 2004 por la UNESCO —la Organización de las Naciones Unidas para la Educción, la Ciencia y la Cultura— con el objetivo de promover la cooperación con y entre las ciudades que identifican la creatividad como un elemento estratégico para el desarrollo urbano sostenible. Comprende siete áreas creativas: artesanía y folclore, medios de comunicación, cine, diseño, gastronomía, literatura y música.
Así mismo está comprometida con la implantación de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, cuyos objetivos son estimular y reforzar las iniciativas lideradas por las ciudades miembros para hacer de la creatividad un componente esencial del desarrollo urbano, a través del fomento de las asociaciones entre los sectores público y privado y la sociedad civil; fortalecer la creación, producción, distribución y divulgación de actividades, bienes y servicios culturales; desarrollar polos de creatividad e innovación y ampliar las oportunidades para creadores y profesionales del sector cultural; mejorar el acceso y la participación en la vida cultural, así como el aprovechamiento de los bienes y servicios culturales, expresamente para los grupos e individuos marginados o vulnerables y, por último, integrar plenamente la cultura y la creatividad en el desarrollo de planes estratégicos locales.
Festival Brasil Sabor
En estos momentos Brasil posee cinco ciudades que forman parte de la Red de Ciudades Creativas, siendo Belém la que con más fuerza está pujando en el área gastronómica, protagonizando en este 2017 la mayor y más completa oferta de propuestas y actividades del festival Brasil Sabor. Una cita que tendrá lugar desde el 17 de mayo y hasta el 18 de junio con el nombre Brasil Sabor Pará 2017 y en la que estarán presentes todo tipo de propuestas gastronómicas que a nadie dejarán indiferente.
La gastronomía está muy presente en la vida de la capital paraense, cuna de un mercado alimentario histórico conocido como Ver-o-Peso que, con el paso del tiempo, ha dado origen en la región del Amazonas al mayor festival gastronómico de carácter anual. No es extraño, por tanto, que este sea un sector muy importante en la economía local que da empleo a 43.000 personas.
Igualmente, una iniciativa de 2015, llamada Belém Ciudad del Gusto, certifica los esfuerzos significativos que buscan mejorar los hábitos de nutrición de la población, especialmente entre los más jóvenes.
Belém asume un papel fundamental al reconocer el campo de la gastronomía dentro de las políticas culturales, locales y nacionales. Lo demuestra el hecho de que en septiembre de 2013 la ciudad organizó la primera Conferencia de la Gastronomía Amazónica que tuvo como resultado una petición a las autoridades federales para que reconociesen la gastronomía en todas las políticas públicas relacionadas con la cultura, propuesta que fue aceptada unos meses más tarde por la Conferencia Nacional de Cultura dependiente del Ministerio de Cultural.
Belém y la gastronomía
Como Ciudad Creativa de la Gastronomía, Belém prevé la realización de diferentes acciones encaminadas a la búsqueda y consecución de objetivos concretos que muy pronto la posicionarán en un destino de referencia del turismo gastronómico y vacacional.
Pero, además, Belém es un lugar sorprendente, un lugar con gentes llegadas de aquí y de allá que cruzan sus miradas y sus quehaceres formando un mosaico de razas y culturas, de ilusiones y proyectos, de esfuerzo y de gotas de sudor tenaz. Es un lugar generoso que abre sus puertas y sus corazones al visitante. Es un lugar de esos que fue y es puerta de entrada a mundos únicos y que ahora reclama con legitimidad su protagonismo y su esencia histórica para mostrarlo a los cuatro vientos. Es el lugar que no duerme nunca, el lugar del frenesí vibrante que rezuma creatividad y siglos de conocimiento en cada adoquín de sus calles, en su ecléctico urbanismo y en los mil olores, sabores y luces que lo impregnan.
Su nombre bíblico mantiene vivo su carácter multicultural, su condición de punto de llegada o de partida, su esencia creativa origen de un rico pasado y de un futuro que promete muchas sorpresas, empezando por la cita gastronómica de este año Brasil Sabor Pará 2017.
