El primer fin de semana de septiembre se celebra en Bruselas el multitudinario y tradicional festival que reúne en la Grand Place lo mejor de la gastronomía de Bélgica en compañía —como no podía ser de otro modo— de sus célebres cervezas.
El primer fin de semana de septiembre se celebra en Bruselas el multitudinario y tradicional festival que reúne en la Grand Place lo mejor de la gastronomía de Bélgica en compañía —como no podía ser de otro modo— de sus célebres cervezas. Y para celebrar esta cita única, el restaurante Atelier Belge traslada esa cita hasta Madrid con la Belgian Beer Week, una sabrosa y refrescante oferta por la que, hasta el próximo domingo 11 de septiembre, los amantes de la cultura belga podrán disfrutar de la clásica fricadelle como aperitivo sólido y una fantástica cerveza belga, todo por 3,90 euros.
La fricadelle es un plato típico de la cocina belga elaborado a base de carne que habitualmente se toma acompañado de las imprescindibles patatas fritas y alguna salsa estilo mahonesa. En su elaboración participa la carne molida especiada con generosidad, pero en su punto exacto, además de pan rallado, para obtener una perfecta textura. Su característica forma alargada y apetitoso color han convertido esta receta en un aperitivo clásico en Bélgica, de donde es originario, que se ha extendido también por Holanda y norte de Francia.
Y, cómo no, cerveza belga
Por no hablar de la cerveza belga, sin duda una de las más conocidas señas de identidad de la gastronomía del país desde el que se lanzó al mundo entero un personaje tan conocido como Tintín y donde nacieron personajes como Julio Cortázar, Audrey Hepburn o Jacques Brel. Desde grandes industrias a pequeñas destilerías, en Bélgica se producen cientos de cervezas originales y diferentes siempre. Su tradición cervecera proviene de siglos atrás y le ha dado fama y prestigio internacional al país, convirtiéndolo en uno de los destinos preferidos para los amantes de esta bebida.
En el Atelier Belge, el chef Etienne Bastaits, siempre fiel a sus orígenes, tiene una significativa muestra de cervezas belgas que se puede disfrutar en la planta baja del restaurante, en un ambiente informal al estilo bistrot, o bien en el comedor del primer piso como maridaje de la flamante cocina belga que cada día se prepara en sus fogones.
Con esta iniciativa, el Atelier Belge efectúa un guiño al ambiente casual y festivo que se vive estos días en la capital belga, con la sabrosa comida callejera del país y una excelente cerveza con la que brindar con los amigos y familiares.
