“Sin la ayuda del sector privado no se puede conseguir el objetivo de erradicar el hambre en el mundo”. Así se manifestaba ayer jueves la directora de la Oficina de Comunicación, Asociaciones y Advocacy de FAO —Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura— Marcela Villarreal, a lo largo de la jornada sobre las alianzas público-privadas para la cooperación y el desarrollo que se celebraba en la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Villarreal, que abogaba por este tipo de colaboración para la lucha contra el hambre, una lacra que afecta a más de 800 millones de personas en todo el mundo, resaltaba también el papel de las empresas como “fuente de conocimiento, de innovación y de excelencia”, incidiendo en la importancia de la innovación para hacer frente al aumento de la producción agrícola que exige el crecimiento demográfico mundial.
Organizada por el Club de Exportadores e Inversores Españoles, la FAO, el Ministerio de Agricultura e ICEX, esta jornada es fruto de un acuerdo de colaboración entre el Club de Exportadores y la FAO cuyo principal objetivo es dar a conocer las actividades y el mandato de la FAO entre las empresas que forman parte del Club y el conjunto de la sociedad española.
Marco jurídico
Por su parte, el secretario general técnico del Ministerio de Agricultura, Adolfo Díaz-Ambrona, afirmaba en este encuentro que las administraciones públicas deben facilitar a las empresas un marco jurídico estable para el desarrollo de su actividad productiva.
Las empresas españolas poseen una gran experiencia en la realización de proyectos adjudicados por organizaciones multilaterales. En este sentido, la directora general de Cooperación Institucional y Coordinación de ICEX, Alicia Montalvo, señalaba que España es el primer país adjudicatario de licitaciones tanto del Banco Interamericano de Desarrollo como del Banco Mundial, lo que demuestra “la gran capacidad de adaptación” de las empresas españolas a los distintos mercados.