Las históricas bodegas de la Alta Rioja Ramón Bilbao cumplen 90 años y lo celebran con unas remodeladas instalaciones en su finca de Haro. Las obras de restauración se han llevado a cabo en el edificio más antiguo del complejo, con el fin de conseguir una ambientación parecida a la existente en 1924.

Aunque la empresa fue fundada oficialmente en 1924, ya en el siglo anterior, allá por 1886, Don Ramón Bilbao Murga comercializaba los vinos Ramón Bilbao y Viña Turzaballa en su bodega ubicada en la calle de Las Cuevas, en el corazón de Haro. Gran amante y conocedor del mundo vitícola, se convirtió en uno de los pioneros criadores de vino y supo transmitir a sus generaciones posteriores el amor por este arte.

En 1972 la Bodega deja de ser una empresa familiar y pasa a ser propiedad de Los Lecanda. Comienza entonces una expansión de la marca con la construcción de nuevas instalaciones en la carretera de Santo Domingo, Haro, que continúan siendo la ubicación actual. La Bodega se concentra en la elaboración de vinos de crianza, en un momento de expansión en la zona de La Rioja donde aparecen multitud de nuevas bodegas a raíz de la apertura económica y empresarial que vive España en esa época.

La empresa familiar Diego Zamora S.A. adquiere las Bodegas en 1999 e inicia un nuevo programa de modernización y adecuación de las instalaciones, una nueva etapa de expansión de la distribución y gran impulso de la marca al nivel del consumidor. Además, se refuerza la oferta con una gama de vinos más actualizados.

Nuevas instalaciones

El conjunto de edificios de las bodegas Ramón Bilbao se encuentra ubicado en una parcela de más de 7.000 metros cuadrados, a las afueras de Haro. Las fachadas de piedra, el suelo cerámico antiguo y las vigas de madera se convierten en protagonistas de un espacio en el que la producción de los vinos se integra con las nuevas salas de cata. Además, se han mantenido seis tinos de madera originales del año de fundación. Un magnífico mirador que contempla el botellero y la pequeña sala de barricas completan la restauración de las bodegas.

La sede de Ramón Bilbao está abierta a diario para visitas, un recorrido por los viñedos y las instalaciones en compañía de guías especializados que dan respuesta a todas las preguntas e informan del proceso de elaboración y crianza de los vinos, terminando con una degustación.