Las recientes limitaciones a la hostelería acordadas por la Comunidad de Madrid —máximo cuatro comensales, invitación al teletrabajo, adelanto del cierre a las 21:00 con el que prácticamente se anulan las cenas— van a suponer un recorte adicional al ya existente de un 40 % de su actividad, con pérdidas diarias de 7,2 millones de euros.
Así lo estiman desde la mayor asociación empresarial de la Comunidad, Hostelería Madrid, cuyos responsables explican que la reducción de seis a cuatro comensales en el sector de la hostelería y la invitación al teletrabajo de forma generalizada limitarán gravemente el servicio de comidas de trabajo entre semana y las comidas familiares en fin de semana, de modo que estiman que esta medida limitará hasta en un 15 % la actividad de los locales y supondrá una reducción de la facturación 2,7 millones de euros diarios para el conjunto del sector de la hostelería de la Región madrileña.
Esta situación, añaden los empresarios, viene a agravarse todavía más con el adelanto de la hora de cierre a las 21 horas, que adelanta una hora más el cierre establecido en las 22 horas el pasado lunes 18 de enero. “Las cenas en los establecimientos de hostelería de la región pasan de estar limitadas a ser imposible dar el servicio, y generan una reducción adicional del 25% de la facturación de los locales con pérdidas de 4,5 millones de euros al conjunto del sector hostelero madrileño”.
Malas previsiones para la hostelería madrileña
De este modo, desde la asociación consideran que en el contexto actual la acumulación de medidas de restricción impuestas a la hostelería en los últimos días está limitando la actividad y la facturación de los locales en un 40 %, 7,2 millones de euros, lo que deja a los negocios en pérdidas y con una facturación mermada del 60 %, con 10,7 millones de euros. La facturación diaria en las últimas semanas ascendía a 17,97 millones de euros en el conjunto del sector de la Comunidad.
“De mantenerse esta situación, muchos locales se verán obligados a cerrar voluntariamente ante la ausencia de clientes y la limitación de los momentos de consumo —comidas y cenas—, ya que el sector continúa asumiendo sus costes fijos de alquiler, personal y gastos de suministros, el pago de impuestos y el pago de cotizaciones de la seguridad social del personal que está en ERTES, sin posibilidad de trabajar. Desde Hostelería Madrid denunciamos que las medidas de la Comunidad de Madrid son un cierre encubierto de los restaurantes y bares madrileños. Está demostrado por los informes del Ministerio de Sanidad que la hostelería no es responsable del aumento del número de contagios en esta tercera ola”, argumentan los responsables de l asociación empresarial.
