Los precios que perciben los agricultores de dos sectores tan significativos en la economía española como el del aceite de oliva y el vino están sujetos a una gran volatilidad, lo que hace necesario establecer una serie de mecanismos de regulación que permitan ajustar la oferta a la demanda.

Por ello, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está trabajando, junto con representantes de estos dos sectores y de la Comisión Europea, en el diseño y la puesta a punto de mecanismos que aseguren una regulación efectiva de la oferta de los mercados del aceite de oliva y del vino, dos sectores cuya producción anual presenta una gran variabilidad debido, sobre todo, a las condiciones meteorológicas de cada campaña, lo que provoca que los precios que perciben los agricultores estén sujetos a una gran volatilidad.

El objetivo de estos mecanismos de regulación que se están diseñando es ajustar la oferta a la demanda, contribuyendo a estabilizar los precios que percibe el productor.

Mercado del aceite de oliva

En este caso, el Ministerio está colaborando con Cooperativas Agroalimentarias de España para la puesta a punto de un mecanismo de autorregulación que permita, de manera voluntaria, almacenar temporalmente aceite de oliva de una determinada calidad, una medida por la que en años en los que las disponibilidades de aceite sean muy superiores a la media de los años anteriores —como es el caso de la actual campaña— las cooperativas podrán acordar almacenar una parte del aceite de oliva producido, de una calidad determinada, durante el tiempo necesario hasta que las condiciones de equilibrio entre oferta y demanda se restablezcan.

De este modo, las cooperativas —que suponen el 67 % de la producción de aceite de oliva— podrán efectuar un papel de regulación del mercado, reduciendo la volatilidad de los precios al productor, sin afectar negativamente a los precios al consumidor. Una medida que cuenta con el apoyo del comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan y de la que se ha informado a diversos organismos de la Comisión Europea y la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia española, ya que este sistema de autorregulación constituye una novedad dentro de la normativa comunitaria.

No obstante, hasta su aprobación final por la Comisión Europea será necesario realizar adaptaciones de la propuesta inicial para que las autoridades de competencia puedan avalarla y, con ello, dotarla de la necesaria seguridad jurídica.

Paralelamente, y en el marco de las negociaciones para la nueva PAC post 2020, España ha solicitado que la reglamentación comunitaria incorpore un dispositivo que permita una retirada de manera obligatoria de aceite de oliva por parte de todo el sector, no solo del cooperativo. El último borrador del texto que se está negociando recoge ya la propuesta española para que este tipo de regulación extensible a todo el sector se pueda llevar a cabo a partir del momento en que entre en vigor la nueva PAC, cuando las condiciones de desequilibrio del mercado lo requieran.

Mercado del vino

En cuanto al mercado del vino, el Ministerio está trabajando en una batería de medidas para la estabilidad y calidad del sector vitivinícola a partir de unas primeras propuestas avanzadas recientemente por la Organización Interprofesional del Vino.

En este sector la disponibilidad de medidas de regulación en la reglamentación comunitaria es más amplia que en el del aceite de oliva, al existir una disposición que permite tomar decisiones de carácter regulatorio por parte de los Estados Miembros, por lo que los trabajos se están centrando en un conjunto de medidas que van mucho más allá de la regulación del volumen de vino en el mercado, avanzando además en la mejora de la calidad del vino, con el fin de incrementar el valor:

En primer lugar, el Ministerio, sobre la base de las propuestas que realice el sector, estudiará la elaboración de una propuesta de norma de calidad para la uva de vinificación que podrá incluir requisitos mínimos en cuanto a calidad de la uva, contenido máximo de ácido glucónico, graduación mínima, rendimientos máximos por hectárea… con el objetivo final de mejorar la calidad de los vinos.

Además se trabajará con el sector para la puesta a punto de una medida de regulación que permitiría retirar del mercado una determinada cantidad de vino sin indicación geográfica y de características concretas, y que se produciría cuando la oferta de vino fuera muy superior a las necesidades del mercado. Para ello se elaborarán modelos econométricos que permitan hacer predicciones del impacto que sobre el mercado tendrían determinados supuestos de volúmenes sujetos a la medida, y sobre esta base se fijarán, de manera anticipada y transparente, los posibles escenarios desencadenantes, así como los volúmenes que, en cada uno de los casos, podrían ser susceptibles de regulación con garantía de competencia leal.

Finalmente, está previsto reforzar las medidas de control en materia de contenido alcohólico de los subproductos de vinificación a través de los planes de control establecidos por Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), en coordinación con las Comunidades Autónomas.

Resumen
El Ministerio estudia medidas para regular los mercados del aceite y del vino
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El Ministerio estudia medidas para regular los mercados del aceite y del vino
Descripción
Los precios que perciben los agricultores de los sectores del aceite de oliva y el vino están sujetos a una gran volatilidad, lo que hace necesario establecer una serie de mecanismos de regulación que permitan ajustar la oferta a la demanda.
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