Desde el pasado 19 de mayo, el Centro de Arte Dos de Mayo en Mostotes (Madrid), ha estado celebrando todos los jueves las llamadas Picnic Sessions, unos encuentros en los que la terraza de este centro se convierte en un espacio en el que se desarrolla un programa de actividades que mezclan lo corporal y […]

Desde el pasado 19 de mayo, el Centro de Arte Dos de Mayo en Mostotes (Madrid), ha estado celebrando todos los jueves las llamadas Picnic Sessions, unos encuentros en los que la terraza de este centro se convierte en un espacio en el que se desarrolla un programa de actividades que mezclan lo corporal y lo sonoro con lo educativo y participativo.

Un complejo puzzle que invita a deshacer, rehacer y disfrutar, descubriendo un sinfín de combinaciones posibles para imaginar lo inimaginable a través del cuerpo y los sentidos.

La última de estas Picnic Sessions, que se celebrará el próximo jueves 14 de julio a partir de las 21,00 horas, estará protagonizada nada menos que por el restaurante Mugaritz, que por un día se traslada desde su sede habitual en Rentería (Guipúzcoa) hasta Mostotes, para cerrar este atractivo ciclo de sesiones.

Un día sin censura gastronómica

De la mano de Javi Vergara, que forma parte del equipo de Investigación y Desarrollo del conocimiento de Mugaritz, los asistentes podrán disfrutar, alrededor de una mesa de 25 metros cuadrados, de un día sin censura gastronómica, lo mejor de este restaurante considerado como el tercero mejor del mundo, pero en versión picnic.

A través de esta sección de Investigación y Desarrollo del conocimiento, que forma parte de lo que Andoni Luis Aduriz llama “la otra cocina”, Mugaritz participa en una serie de proyectos tanto de investigación como de experimentación artística, como el llamado Senifood, creado con el objetivo de definir una serie de alimentos especialmente diseñados para personas mayores,  los trabajos realizados con la empresa Portomuiños en la investigación sobre productos con los que habitualmente no se suele cocinar, como las algas o el hígado de rape, o la colaboración con el grupo escénico La Fura dels Baus, a quienes aportaron la dirección gastronómica de la obra “La degustación de Titus Andrónicus”.