Cuatro empresas se han unido para lanzar en España una nueva marca de patatas que aporte valor añadido a un mercado maduro, una variedad de patata que pertenece al segmento de carne firme, que no existe actualmente en el mercado español, y que en poco tiempo ha conseguido estar presente a nivel nacional en los lineales las principales grandes superficies.
La concesión de la marca, Princesa Amandine, ha sido otorgada por una asociación francesa de cultivadores, que además ha adjudicado un contrato para su producción local —la primera vez que se abre la posibilidad de producir esta patata en otro lugar que no sea Francia—, de modo que para este mismo año 2020 ya está previsto plantar más de 55 hectáreas en España, y Portugal, repartidas en terrenos de Andalucía (Sevilla), Castilla y León, Murcia (Cartagena) y Silveira Torres Vedras, en Portugal.
El contrato contempla también compromiso, por parte de este grupo ibérico de proveer de patata a los miembros de la asociación francesa en los meses de patata nueva española, cuando todavía no existe producción en el país vecino.
Un tipo de patata, de carne firme, muy reconocida en Francia por sus singulares características organolépticas: una forma alargada y armoniosa, un rico sabor a mantequilla fresca, una textura tersa y tierna a la vez con un grano tan fino como una patata nueva, y una piel limpia y sin defectos, tan fina que hasta se puede comer, y que en la cocina permite su utilización en todas sus formas —al vapor, hervidas, salteadas, doradas, al horno, en ensalada—, dando lugar a platos como este Aperitivo veraniego de calamar, una receta de Lionel Henaff (Restaurante Allium, Quimper, Francia) ofrecida por Princesa Amandine.
Patatas con calamar, chorizo y tomates secos
INGREDIENTES
Para 4 personas
- 8 patatas Princesa Amandine
- 4 calamares medianos limpios
- 2 cucharadas soperas de aceitunas negras pequeñas
- 80 g de chorizo
- Tomates secos
- Pimiento de Espelette
- Albahaca y tomillo frescos
- Dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Sal gorda
ELABORACIÓN
Empezamos precalentando el horno a 200 °C.
Lavamos y cortamos las patatas en 2 o 4 trozos ,dependiendo del grosor de las patatas, conservando la piel.
En una bandeja de horno ponemos un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal gorda, colocamos las patatas por el lado de la piel en la bandeja de horno, volvemos a poner un chorrito de aceite de oliva, una pizca de sal gorda, algunos dientes de ajo sin pelar y ligeramente aplastados, y algunas ramitas de tomillo fresco. Hacemos al horno durante 35 a 40 minutos, según el grosor de las patatas.
Por otro lado, cortamos los calamares en 4 o 6 buenos trozos y los tentáculos en dos. Reservamos. Cortamos el chorizo en bastoncitos.
Cuando las patatas estén cocidas, ponemos a calentar la sartén con un chorrito de aceite de oliva, rehogamos la parte blanca del calamar y los patas. Añadimos una pizca de sal gorda y el pimiento de Espelette y, en el último momento, el chorizo, las aceitunas, los tomates secos y la albahaca cortadita.
Mezclamos las patatas con los calamares rehogados, y servimos en caliente acompañando el plato de una ensalada de rúcula condimentada con aceite de oliva y vinagre balsámico.
