Una exclusiva tapa, una canción original y un singular cortometraje creados en exclusiva es el resultado del viaje de tres artistas —el cocinero Isaac Loya, el cantante Nacho Vegas y el cineasta Gerardo Herrero— a las Bodegas Ramón Bilbao, tres obras inspiradas en el viaje de la marca.
El cocinero Isaac Loya, el cantante Nacho Vegas y el cineasta Gerardo Herrero visitaron las bodegas de Ramón Bilbao en Haro para conocer su historia y los valores de la marca para desarrollar sus creaciones a través de lo que les haya sugerido la aventura vitivinícola. Un recorrido que se ha transformado en una exclusiva tapa, una canción original y un singular cortometraje.
El cocinero Isaac Loya, tercera generación de una saga de restauradores y al frente del Real Balneario de Salinas, con una estrella Michelin, ha creado una exclusiva tapa que reúne en un solo bocado la experiencia del viaje: un bombón de queso con crema de Ramón Bilbao y polvo de oro con forma esférica donde “pretendo evocar el globo terráqueo y los viajes por el mundo, y en el que el acabado sofisticado y sorprendente es, además, aventurero, al descubrir su interior y el contraste de sabores”, explica el chef asturiano. La tapa esférica representa los viajes por el mundo; la aventura es el interior, el contraste de sabores; la tradición, el queso asturiano La Peral; la innovación, el cambio de textura de Ramón Bilbao con el vino en crema; el carisma y sofisticación, el polvo de oro, y la perseverancia y cercanía, los conocimientos del chef”.
Por su parte, el cantautor Nacho Vegas, tras más de quince años de imparable carrera presenta una canción original donde narra el viaje de la vida. “Una poesía sonora que narra el paseo por la vida, el de cada uno de nosotros. Un viaje alrededor de muchos lugares, en el que las cosas buenas permanecen: una copa del vino, un amor, una canción…”, explica el artista. El asturiano hace una comparación entre la música y el vino: “Uno se da cuenta que una canción, una copa de vino, es más de lo que uno piensa. Parece que una copa de vino es una cosa sencilla, tomarla y que te sepa bien, pero detrás en realidad hay un mundo de decisiones y de historia. Lo mismo sucede con la música, descubres un mundo, un lenguaje que dice cosas sobre tu vida que emocionan”.
Finalmente, el cineasta Gerardo Herrero, con un centenar de premios a sus espaldas de grandes festivales como Tribeca, Seminci y Málaga se ha unido también al viaje de Ramón Bilbao desde el objetivo de su cámara. “Una cena romántica. Una pareja. Una botella de vino sobre la mesa… ¿Qué más se puede pedir en una noche inolvidable?”, resume así el director y guionista, que aconseja que “lo importante es no perder la capacidad para no arriesgar, ser auténtico, tú mismo y fiel a lo que se quiere contar”. El vino, que apela a estímulos muy primarios, como pueden ser el olor o el sabor, tiene su semejanza al cine, porque, según cuenta el asturiano: “Es una progresión de emociones, de sentimientos que genera una emoción al espectador. Primero viene la emoción y luego viene el sentido. La capacidad de conectar de manera inmediata. En definitiva, una búsqueda emocional”.
