El consumo de alimentos es un aspecto importante del comportamiento cultural. En ninguna sociedad se ha permitido comer cualquier cosa, en cualquier lugar o momento, de cualquier manera y con cualquiera. La alimentación ha estado sujeta a reglas y costumbres que se entrecruzan en diferentes niveles de simbolización.
Los usos del alimento y sus combinaciones, el orden de los mismos, la composición, el número y las horas de las diferentes ingestas están codificados de un modo más o menos preciso, resultado de un proceso cuyo significado y razón cabe buscarlos en la historia de cada sociedad o cultura. Dado el significado simbólico de los alimentos, las prácticas alimentarias de un individuo se identifican con un determinado grupo social, étnico, de edad, ideológico, religioso…
Sin embargo, en un contexto de hipermodernidad, parece haberse modificado la relación tradicional con la alimentación que ya no se basa tanto en la cultura heredada sino en múltiples y diversas consideraciones exteriores a la misma —ideológicas, éticas, estéticas, de salud— que se superponen al modelo alimentario establecido. En cualquier caso, en cada cultura o país las situaciones pueden ser diferentes. Mientras unas dejan más autonomía a los individuos y valoran la elección como un ejercicio de libertad y responsabilidad, otras dan más importancia a la comensalidad y a las reglas sociales relativas a la mesa. El individualismo contemporáneo tiende a dejar cada vez mayor autonomía alimentaria a los individuos, aunque en contrapartida se les exige más responsabilidad en relación a la necesidad de adoptar una ‘alimentación saludable’.
A debate
A partir de estas consideraciones, el IV Congreso Internacional del Observatorio de la Alimentación (ODELA) y la Fundación Alicia que tendrá lugar en Barcelona del 9 al 12 de junio próximo abordará, bajo el tema central Otras maneras de comer: Elecciones, convicciones, restricciones, la multiplicación de otras maneras de comer que han aparecido y siguen apareciendo en nuestra sociedad como efecto de factores diversos y debatirá sobre las posibles consecuencias y cambios sociales que conlleva este fenómeno.
En las diferentes mesas redondas programadas en el Congreso se abordarán temas como:
- Comer con restricciones: dimensiones médicas y socioculturales de las alergias e intolerancias alimentarias.
- Comer en tiempos de crisis: sostenibilidad, precarización y derecho alimentario.
- Comer con/por convicciones: éticas, religiosas, ecológicas…
- Nuevos alimentos y nuevos conceptos: ¿modas o tendencias?
- Sistemas alimentarios alternativos
La conferencia inaugural estará a cargo de Claude Fischler, socioantropólogo de renombre en las ciencias sociales, director de investigación del Centre National de la Recherche Scientifique y es autor de L’Homnivore. Le goût, la cuisine et le corps. Se contará también con la presencia de Jean Pierre Poulain, socioantropólogo del ISTHIA-Université de Toulouse-Le Mirail, autor de Sociologie de l’obesité, quien impartirá la conferencia de clausura. Ambos son asesores internacionales de programas nutricionales y de investigaciones socioculturales de la alimentación.
Las sedes del congreso están relacionadas con una doble estructura: una de carácter más académico, que se desarrollará en las instalaciones de la Universidad de Barcelona, en la que se presentarán las comunicaciones resultado de las diversas investigaciones realizadas desde la diversidad de disciplinas interesadas en la temática del congreso; y otra de transferencia entre ciencia y sociedad que se desarrollará en el Auditorio de La Pedrera, y que se basará en una serie de mesas redondas con participación de los diferentes sectores interpelados al respecto: expertos, empresas del sector agro-alimentario, administraciones públicas, Organizaciones no Gubernamentales y Entidades o asociaciones interesadas en contribuir a mejorar la gestión social, económica y de salud de las minorías alimentarias.
