Antonio y Rosa Mirás, su mujer, comenzaron en 1998 a comercializar las algas. Los primeros años las procesaban para comercializar en deshidratado y conserva. Actualmente también se pueden encontrar sus productos en polvo, salazón, fresco, estas últimas con mucho éxito.
Hoy en día, a través de su empresa, Porto-Muiños (Cerceda, A Coruña), sus algas se distribuyen en todos los puntos de la comunidad española, y en distintos países de los cinco continentes. Esta pequeña conservera dedica también espacio y tiempo a la elaboración de otros productos del mar de Galicia: delicadas conservas de huevas de erizo de mar, hígado de rape cuyo sabor y textura ha obtenido una buena calificación de los especialistas, mejillones con algas, infusiones de algas, pasta de sémola de trigo con algas y otros productos con todo el sabor y la riqueza del Atlántico.
Pero Antonio y Rosa basan el éxito de su empresa familiar en el estudio y la divulgación de las cualidades organolépticas de las algas, a las que ellos denominan “Las verduras de mar”, unos productos que, además de sus excelentes cualidades nutritivas y beneficios curativos para el organismo, dan lugar a platos tan sabrosos y originales como este Atún rojo con Pedro Ximénez y Lechuga de Mar, una receta ofrecida por el Aula de Cocina de Porto-Muiños.
Ingredientes
- Atún rojo
- 400 ml. de Pedro Ximénez
- 8 g. de lechuga de mar
- Frutos secos
- Cebollino
- Pimientos de Piquillo
- Setas
Elaboración
Reducir el Pedro Ximénez con la lechuga de mar. Marcar el atún y las setas en la plancha. Garrapiñar los frutos secos. Picar los piquillos y saltear. Montar el plato y servir caliente.
Usos de las algas
Desde muy antiguo el hombre utiliza las algas. Su diversidad y cualidades las hacen susceptibles de ser utilizadas en alimentación, agricultura, cosmética y medicina. Hoy se sabe que ya el hombre prehistórico supo apreciar las bondades de las algas como alimento: sanas, ricas y nutritivas. A lo largo de la historia algunas sociedades las incorporaron en su dieta habitual, convirtiéndose así en un alimento común y tradicional en su cocina: grandes áreas del continente asiático, Chile o la Bretaña francesa, son algunas de las más conocidas.
En la industria alimentaria es muy común, y está ampliamente extendida, la utilización de extractos de algas (E-400; E-405) como ingredientes en la elaboración de alimentos como: yogures, mermeladas, etc. El uso de las algas en agricultura es tradicional en las zonas costeras. Los agricultores recolectan los arribazones (algas depositadas en las playas por el agua del mar) para incorporar, en los campos de cultivo de hortalizas.
La industria farmacéutica y cosmética se beneficia también de las bondades de las algas. En la fabricación de cosméticos está muy extendida la utilización de determinados extractos con objeto de mejorar las cualidades mecánicas del producto. Pero, aún más interesante es el hecho de que las algas contienen moléculas que activamente participan en los efectos beneficiosos que ofrecen determinados cosméticos.
Las algas también colaboran con la industria farmacéutica en la elaboración de medicamentos. Actualmente, se estudian moléculas presentes en las algas que son activas en procesos tumorales, en procesos de regulación del colesterol y otras enfermedades o alteraciones comunes. Además de los beneficios curativos, las algas son muy saludables y su inclusión en la dieta puede prevenir la aparición de numerosas alteraciones fisiológicas.





