Un nuevo proyecto de investigación retoma la búsqueda de nuevas tecnologías, complementarias el panel test, para estudiar la posibilidad de implementarlas en las empresas y marcas del sector a la hora de clasificar comercialmente los aceites de oliva vírgenes.
Se tarta del Grupo Operativo Sensolive_Oil, que se ha creado para dar continuidad al proyecto que hace siete años pusieron en marcha la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía, destinado a buscar nuevas tecnologías complementarias el panel test a la hora de clasificar comercialmente los aceites de oliva vírgenes. La aplicación de un método instrumental sólido y fácilmente estandarizable para que cualquier empresa tenga acceso a su implementación.
Todos estos años de trabajo han servido para que el campus de excelencia internacional agroalimentario ceiA3, grupos de investigación de la Universidad de Córdoba y de la Universidad de Granada identificaran tecnologías muy prometedoras y desarrollaran modelos que, partiendo de las señales instrumentales, ayuden a la clasificación de los aceites de oliva vírgenes: la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas y la cromatografía de gases acoplada a espectrometría de movilidad iónica.
Tecnologías y modelos de clasificación
Con la puesta en marcha de nuevo de este proyecto, del que forman parte la Organización Interprofesional del Aceite de Oliva Español, el campus de excelencia internacional agroalimentario ceiA3 y la Universidad de Granada, tres empresas del sector —Dcoop, Sovena y Deoleo— participarán en la implementación de los pilotos, de modo que tendrán la oportunidad de testar la eficacia de los modelos desarrollados para verificar las distintas categorías de aceites de oliva vírgenes en condiciones de trabajo a tiempo real.
Las tres empresas facilitarán muestras que pasarán por su panel de cata como paso previo a ser sometidas a la determinación instrumental y posterior clasificación. Las muestras cuya clasificación por los modelos de un resultado discordante, pasarán a ser estudiadas por los laboratorios oficiales del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía. En el proyecto se contará también con el apoyo científico de la Universidad de Córdoba.
Con los resultados de la primera fase de los proyectos piloto se espera, por una parte, disponer de información para afinar los procedimientos, las herramientas de normalización de señales y los modelos matemáticos aplicados a cada una de las tecnologías y, por otra, validar la idoneidad de los modelos puestos a prueba. El Grupo Operativo hará públicos estos avances, tan pronto como se confirmen, para que las empresas puedan seguir el desarrollo de los pilotos y de esta forma prepararse para adoptar unas tecnologías y metodologías en las que el sector tiene puesta su esperanza.
