La marca riojana de cerveza artesana Ceriux hace apenas tres años a partir de la idea de unir el mundo de la cerveza con el mundo del vino. A una receta de cerveza base se le añade mosto de uva, lo que le confiere un sabor muy personal y diferenciado.
Siguiendo esta idea, el pasado año la cervecera Ceriux quiso acercar aún más la cerveza y el vino, proponiéndose aprovechar la frescura de la uva. Y el mejor momento del año para poder aprovechar todas las calidades de la uva es, sencillamente, durante la vendimia. Solo existe este momento durante el año y no hay mucho tiempo para aprovechar las cualidades organolépticas que se encuentran en las uvas riojanas.
Durante las vendimias del año pasado, en el 2014, la marca llevó a cabo distintas pruebas con las uvas Tempranillo en tinto y con las variedades blancas autóctonas riojanas: Tempranillo blanco, Maturana blanca y Viura. Probaron las fórmulas varios días con temperaturas, grados y acidez diferentes. Estudiaron y cataron estas fórmulas durante todo el año 2014 y parte del 2015 para ver la evolución que aportaban cada una de ellas.
Finalmente optaron por trabajar con Tempranillo en tinto y Viura en blanco para sacar al mercado las primeras Cervezas de Vendimia.
El proceso
La uva, de viñedos propios, ha sido seleccionada en el campo con una graduación y acidez muy definidas. Es recogida a mano en cajas pequeñas y tras ser sometida a temperatura controlada en cámaras frigoríficas y desinfección para evitar cualquier problema microbiológico, se sigue un riguroso proceso de selección eliminando los granos inmaduros y con posibles imperfecciones que podrían aportar a la cerveza verdores u otros aromas no deseados.
La primera parte es la elaboración de la cerveza base con la maceración de las diferentes maltas y cereales. Después se le añade el lúpulo a inicio de la cocción y se pasa a la fase de fermentación. Bajo un estricto control ejecutado por el maestro cervecero, la uva se añade en el tanque y empieza la fermentación de la cerveza. La uva fermenta con la cerveza, explotan los granos y dejan salir todos los sabores de cada variedad.
Esta fermentación dura varios días a temperatura controlada. Posteriormente se comienza con el proceso de maduración con el fin de ensamblar todos los aromas aportados por los cereales y la uva. Y al cabo de unos quince días se filtrará algo la cerveza para quitar los sólidos más importantes y se embotellará para pasar a la etapa de la segunda fermentación.
Dado que la Ceriux Cerveza de Vendimia se está elaborando en estos momentos, se podrá catar aproximadamente a partir del 15 de noviembre. Debido a que se trata de una cerveza que exclusivamente se puede hacer en vendimia, la producción será limitada, unas 8.000 botellas de cada tipo.
