Lo hemos oído y pensado mil veces, pero lo seguimos haciendo: ir al supermercado sin una lista de la compra definida y comprar por impulso. Lo que casi siempre supone comprar en exceso, incluir productos superfluos y olvidarnos, precisamente, de los más saludables y necesarios.
Con el aumento de la preocupación por cuidarse, surge la necesidad de conocer las herramientas idóneas para ello. Y entre ellas, la primera, la más básica sería, sin duda elaborar previamente la tradicional lista de la compra.
Pero, ¿hasta qué punto conocemos los alimentos que deben incluirse en la lista de la compra para una alimentación equilibrada? Kaiku Sin Lactosa, la gama de lácteos ligeros y digestivos, ha querido sugerir diez de los alimentos básicos que no deberían faltar en la lista de la compra para comer bien durante, al menos, una semana.
Proteínas. La verdadera sabiduría asociada a la lista de la compra consiste en encontrar alimentos que aporten la necesaria dosis diaria de proteínas y con los que podamos elaborar una buena variedad de platos: pescado a la plancha para cenas ligeras, pechugas de pollo o pavo para cocinar con verduras o integrar en ensaladas…
Vegetales. Otro de los mandamientos esenciales es usar productos frescos y de temporada que también cumplan la importante función de resultar versátiles. En este sentido, las verduras y hortalizas pueden preparase de muchos modos: en ensalada, como guarnición al horno o al vapor, o como ingrediente principal de platos de pasta o arroz.
Fruta. El peligro de ir a la compra sin una lista definida es terminar comprando demasiado, ya lo hemos dicho. Para evitar acumular frutas demasiado maduras viene bien hacer previamente una multiplicación: número de piezas de fruta consumidas al día x 7 días de la semana. ¿Cuáles? Las manzanas acumulan importantes beneficios saludables, con la ventaja de que se pueden integrar en ensaladas, y los plátanos son la fuente de potasio necesaria para afrontar una rutina de ejercicio, además de resultar una perfecta base para smoothies.
Especias y condimentos. Otra de las misiones de una buena lista de la compra es incluir ingredientes para evitar que todo sepa a lo mismo. Cuidarse no significa renunciar al sabor, y por eso es recomendable ir variando semana a semana: perejil, cilantro… o incluso, limón.
Huevos. El peligro de excederse con los huevos es aún más conocido que sus beneficios. Mientras que conviene controlar las cantidades, sí es un alimento esencial para la lista de la compra por su versatilidad (desayunos previos a actividades de gran gasto calórico, cenas ligeras con un buen aporte de proteínas) y su contenido nutricional.
Lácteos. Para cocinar, como snack o de desayuno: los beneficios de los lácteos por su aporte en proteínas, vitaminas y minerales esenciales pueden incluirse dentro de todas las comidas del día. En algunas personas es recomendable, para favorecer digestiones más fáciles y ligeras, que los lácteos sean sin lactosa.
Queso. Contiene una larga lista de nutrientes (calcio, fósforo, zinc…) que no se deben dejar de lado en una dieta saludable; además del sabor necesario para dotar de un toque extra a recetas simples y rápidas.
Humus. Un añadido sorprendente a la lista, pero que ayuda a que el picoteo entre horas, especialmente por la tarde, tenga un componente saludable. El humus (crema a base de garbanzos) es una importante fuente de proteínas, fibras y minerales como hierro y calcio, y es fácilmente combinable con vegetales, crackers o pan integral.
Superalimento. Se incluyen en esta categoría todas aquellas semillas y proteínas con grandes beneficios nutricionales, uno de los cuales, y muy importante, es su poder saciante. La quinoa o las semillas de calabaza son altas en fibra y proteínas.
Snack de media mañana. En toda lista de la compra es fundamental hacerse con snacks que mantengan el estómago lleno durante todo el día y eviten caer en comilonas excesivamente contundentes. Para ello, lo mejor es decantarse por los snacks más completos, saludables y ligeros: yogures sin lactosa, muesli o, incluso chocolate negro.
