El lobo, especie protegida, ha regresado a la región de Madrid, concretamente al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, tras 60 años de ausencia. Las condiciones de conservación de los espacios naturales de la Sierra Norte han sido reclamo para que este animal emblemático de la Península Ibérica haya vuelto a instalarse en Madrid.
Concretamente se trata de un núcleo familiar de seis lobos en la comarca del Lozoya, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que se convierte en el segundo de toda la red de Parques Nacionales en contar con la presencia de esta especie tras Picos de Europa.
Y para hacer viable la ganadería, vital para la actividad económica de la región y fijar población local en las áreas rurales, ante el regreso de este predador a la Comunidad de Madrid tras 60 años de ausencia el Gobierno Regional ha triplicado las indemnizaciones a los ganaderos en caso de ataque de lobo o perro asilvestrado, destinando en 2015 un presupuesto de 60.000 euros. La Comunidad de Madrid reserva esa partida presupuestaria, aunque lo cierto es que hasta el momento ningún año se ha llegado a agotar el presupuesto disponible.
Las ayudas tienen por tanto el objetivo de compatibilizar la ganadería extensiva con la conservación de poblaciones de una especie amenazada como es el lobo. En el caso de indemnización por ovejas o cabras (de 6 meses a 7 años) atacadas por lobos o perros asilvestrados, las cuantías pasarán de los 50 euros actuales a los 120 euros, y en el caso por ejemplo de vacas (de 1 a 10 años), de los 350 euros actuales, a 1.200. Además, estas cuantías se incrementarán un 10% en el caso de ataques a razas ganaderas autóctonas en peligro de extinción.
Madrid se convierte así en la región con las cuantías económicas más altas de toda España, por delante de otras regiones con mayor tradición de presencia de lobos en su territorio. La nueva Orden de ayudas no establecerá la obligación —como ocurre en otras Comunidades autónomas— de que los ganaderos cuenten con un seguro contratado para poder recibir las indemnizaciones.
Los beneficiarios de estas ayudas son los titulares de explotaciones ganaderas de animales de las especies bovina, ovina, caprina y equina ubicadas dentro del ámbito territorial de la Comunidad de Madrid. Para poder obtener las ayudas, los beneficiarios deben notificar el siniestro en un plazo máximo de 48 horas a la Dirección General de Medio Ambiente y al Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, poniendo a su disposición los cadáveres de los animales o aquellas evidencias que permitan dictaminar si el ataque se debe o no a lobos o perros silvestres.
Mastines y pastores eléctricos
Estas ayudas se incluyen en un completo plan de acción que contempla también el cerramiento de los pastos, cursos de formación de manejo de ganado o entrega de cachorros de perros mastines como medida de seguridad en las explotaciones. En concreto, de manera pionera en la región, la Comunidad de Madrid entregará cachorros de perros mastines a los ganaderos de zonas con presencia de lobos como medida de seguridad y de protección de los rebaños que lo soliciten.
Igualmente se impartirá formación gratuita en el manejo de ganado para poder prevenir posibles ataques de lobos, y como novedad, está previsto incluir en el próximo Programa de Desarrollo Rural (PDR) ayudas o inversiones para mejoras de seguridad, tales como nuevos cerramientos o la instalación de los llamados ‘pastores eléctricos’.
Más de 60 años de ausencia
El lobo ha vuelto a la Comunidad de Madrid tras más de seis décadas de ausencia. Las excelentes condiciones de conservación de los espacios naturales de la Sierra Norte han sido reclamo para que este animal emblemático de la Península Ibérica haya vuelto a instalarse en Madrid, lo que representa un éxito para la biodiversidad madrileña.
Concretamente se trata de un núcleo familiar de seis lobos en la comarca del Lozoya, en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, que se convierte en el segundo de toda la red de Parques Nacionales en contar con la presencia de esta especie tras Picos de Europa. La presencia de lobo en la Comunidad de Madrid se limita por tanto a ese grupo, además de ejemplares errantes que entran y salen de las provincias limítrofes de Segovia, Ávila y Guadalajara.
