El oleoturismo está atrayendo tanto interés en Italia que se ha incluido en los presupuestos del país para 2020. Según una nueva ley, desde el pasado 1 de enero, las disposiciones que regulan el sector del enoturismo se extienden a las actividades derivadas del turismo del aceite de oliva.
La nueva norma legal, además, define el término Oleoturismo como “todas las actividades realizadas durante los procesos de cultivo del olivo, la cosecha y producción de aceite de oliva, la degustación y comercialización de productos de aceite de oliva, y todas las actividades destinadas a ser recreativas e informativas en almazaras y olivares”.
Así lo recoge la publicación especializada Olive Oil Times en un reciente artículo de Ylenia Granitto, en el que se indica que los últimos datos ofrecidos por la Associazione Nazionale Città dell’Olio (Asociación Nacional de Ciudades del Aceite de Oliva), con motivo de su vigésimo quinto aniversario, muestran un fuerte potencial de crecimiento para este sector.
«Las experiencias temáticas sobre el aceite de oliva están ganando relevancia en el contexto del turismo. El aceite de oliva no solo es un elemento que connota un territorio, sino que también se ha convertido en un potencial de atracción turística que genera un interés cada vez mayor, como lo demuestra el éxito de determinadas experiencias como, por ejemplo, los paseos por el interior de los olivares”, comenta Roberta Garibaldi, profesora de gestión del turismo en la Universidad de Bérgamo.
Oleoturismo en todas sus formas
En su informe La valorización turística de aceite de oliva, Garibaldi explica que los turistas están interesados en visitar las fincas de olivos y en la compra de productos, pero también en ser una parte activa de las actividades de producción, con un 61 % de los encuestados dispuestos a participar en la recolección de la aceituna y producir su propio aceite de oliva virgen extra. Además, el 41 % de los encuestados por Garibaldi también aseguraron que estaban interesados en actividades artísticas en los olivares, un 64 % en conocer la empresa y el territorio en el que opera, y otro 57 % dijo estar interesado en reunirse e interactuar directamente con el propietario.
La degustación de aceite de oliva también es un elemento de gran atracción, ya que el 79 % de los entrevistados afirmaron que les gustaría combinar los aceites con la comida local, mientras que un 69 % explicó que les gustaría participar en experiencias culinarias inmersivas en los olivares. Además, una fuerte apreciación hacia los molinos históricos y los olivos antiguos, con el 70 % de los encuestados interesados en visitar los sitios y el 76 % en aprender más sobre ellos.
Finalmente, el informe de la profesora de la Universidad de Bérgamo recoge que a una gran parte de los turistas italianos les gustaría probar diferentes tipos de aceite de oliva virgen extra y, en los restaurantes, les gustaría encontrar una lista de aceites de oliva combinada con el menú, además de una explicación sobre el tema por parte del personal del establecimiento.
