Por primera vez desde que en 2003 la UNESCO creara la “Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” con el objetivo de proteger culturas y tradiciones populares, el comité intergubernamental de este organismo, reunido recientemente en Nairobi, ha decidido conceder esta consideración a tres expresiones gastronómicas como son la comida francesa, la dieta mediterránea […]
Por primera vez desde que en 2003 la UNESCO creara la “Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad” con el objetivo de proteger culturas y tradiciones populares, el comité intergubernamental de este organismo, reunido recientemente en Nairobi, ha decidido conceder esta consideración a tres expresiones gastronómicas como son la comida francesa, la dieta mediterránea y la comida tradicional mexicana.
Comida francesa En el caso de la comida francesa, el comité ha considerado que reúne las condiciones necesarias para sumarse a esta lista por sus rituales y su presentación, destacando que “más que por el contenido de los platos, la gastronomía francesa es una práctica social que tiene por objeto celebrar los momentos más importantes de la vida de los individuos y de los grupos”. Ya en 2008 el presidente francés Nicolas Sarkozy anunció el deseo de su país de que su gastronomía fuera reconocida por la UNESCO, declarando que “Francia podía enorgullecerse de contar con la mejor gastronomía del mundo”. Dieta mediterránea En cuanto a la dieta mediterránea, la UNESCO la ha considerado como una práctica popular que “se transmite de generación en generación, como una expresión, uso o conocimiento que se reinventa de forma constante por las comunidades y los grupos en función de su entorno, que interactúa con la naturaleza y la historia y que infunde un sentimiento de identidad y continuidad, lo que contribuye a promover el respeto de la diversidad cultural y la creatividad humana”. La solicitud de inclusión de la dieta mediterránea en la lista del Patrimonio Inmaterial surgió por iniciativa española, como resultado del trabajo conjunto entre el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM) y la Fundación Dieta Mediterránea, organismos que impulsaron y coordinaron una candidatura en la que también participaban otros países como Grecia, Italia y Marruecos. La iniciativa española ha permitido a la UNESCO valorar de forma positiva lo que representa ese estilo de comida en estos cuatro países desde sus diferentes aspectos culturales, sociales, históricos, gastronómicos y alimentarios, así como desde el punto de vista medioambiental, paisajístico y costumbrista. Comida tradicional mexicana Por su parte, la comida tradicional mexicana también ha entrado en el listado por su capacidad de ser “un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales”. Gloria López, coordinadora del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes del gobierno mexicano, declaró que “no se trata simplemente de ponerle un sello a los tradicionales tacos, tamales y chiles rellenos, sino de defender un modo de vida basado en el ancestral cultivo del maíz, base de la dieta mexicana, que tiene al menos siete mil años de antigüedad”.