Actualmente las centrales hortícolas clasifican la fruta, en general, de una forma automática en base a sus características morfológicas y físicas —tamaño, forma y peso — y a su apariencia externa —color, manchas o defectos visibles— para establecer diferentes categorías optimizando el valor total de la producción y ofreciendo distintas calidades.
Sin embargo estos parámetros no reflejan en su totalidad la calidad del producto, que exige otras propiedades organolépticas —sabor y aroma—, valor nutritivo, estado de maduración, constitución química o propiedades mecánicas y funcionales.
El proyecto europeo de innovación ‘Fruitgrading’ pretende facilitar a los productores una solución novedosa y de bajo coste de clasificación de diferentes tipos de frutas (peras, melocotones, nectarinas, manzanas y kiwis) según su grado de calidad.
La investigación, que cuenta con una financiación de 1,5 millones de a través del 7º Programa Marco de la Unión Europea, cuenta con un consorcio impulsor que integra al centro de investigación catalán Aktenea Solutions y a otros ocho socios procedentes de Portugal, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, y Polonia. Por parte española se implicaron, desde su inicio, la DOP Peras de Rincón de Soto y la SAT Frutas y Verduras Valle de Rincón. La DOP Peras de Rincón de Soto, además de su participación en ‘Fruitgrading’ lidera el proyecto europeo de innovación RE-PEAR, que tiene como objetivo garantizar la larga conservación de la fruta en cámaras frigorífica en las mejores condiciones posibles.
El proyecto arrancó en enero de 2012 apostando por el desarrollo de una nueva tecnología para la clasificación de la fruta basado en sensores no destructivos ni invasivos (sin contacto), facilitando a las centrales la diferenciación de sus productos de acuerdo con los niveles de calidad que se persiguen con el objetivo de adaptarse mejor a las demandas del consumidor europeo.
Durante este periodo se ha investigado sobre dos nuevos sistemas basados en la tecnología Led y en la inducción magnética para conocer el estado de madurez interno de la fruta. De este modo se podría ofrecer al consumidor una nueva línea de calidad superior con el producto que está en su mejor punto para consumir o que tiene mayor contenido en azúcar o acidez, dependiendo de lo más apropiado para cada fruta.
Clase y precio ‘extra’
Las diferencias entre los criterios de clasificación usados en la industria, basados en indicadores de calidad externa, y los criterios de calidad percibidos por los consumidores, impactan en el precio de la fruta. De acuerdo con un estudio facilitado por la DOP Peras de Rincón de Soto, las cooperativas y agrupaciones Pyme han confirmado que el precio normal de la fruta ‘clase extra’ podría incrementarse entre un 20 y un 40 % si los productores de fruta asegurasen que supera unos criterios mínimos de calidad interna.