Bocadillo de calamares, soldaditos de pavía, patatas bravas, caracoles, callos, rabo de toro, matrimonio de boquerones y anchoas, gambas con gabardina, encurtidos, cocido madrileño en cazuelita, huevos estrellados, mollejas, gallina en pepitoria, oreja a la plancha, hígado encebollado, sopas de ajo, tortilla de patata…

Existen mil y una versiones ‘evolucionadas’ de estas castizas recetas, incorporadas hace años a la gastronomía madrileña. Una cocina que ha sido, históricamente, fruto del ajetreo característico de sus tascas y figones. A buen ritmo, de pie en muchas ocasiones, en verbenas y fiestas populares y, casi siempre, con amigos, la culinaria madrileña se ha ido forjando desde hace siglos y forma parte destacada de la cultura capitalina.

Ahora LA VIÑA (Asociación Empresarial de Hostelería de la Comunidad de Madrid), en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y el Grupo Mahou San Miguel organiza por vez primera la ruta Devora Tapas Castizas, que del 20 al 30 de noviembre quiere acercar estas recetas no sólo al público de la ciudad, sino a todos los que la visiten.

Los establecimientos participantes, enmarcados en un triángulo imaginario situado entre la Plaza de España, la basílica de San Francisco el Grande y la Plaza de Cánovas del Castillo (Neptuno), ofrecerán durante estos días sus mejores interpretaciones de cualquiera de las elaboraciones típicamente madrileñas, pero en formato tapa y a un precio unificado de 2’40 euros, acompañadas de un botellín de Mahou.