El próximo 2 de abril se celebrará en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el certamen para encontrar al mejor catador de Quesos Suizos de España. En total, 80 finalistas de todo el país concursarán para hacerse con el título Swiss Master Cheese 2016.
Después de su primera convocatoria en Barcelona en octubre del pasado año, el sábado 2 de abril el Círculo de Bellas Artes de Madrid acogerá este año la edición 2016 de Swiss Master Cheese, el certamen para encontrar al mejor catador de Quesos Suizos de España.
Participarán 80 finalistas de todo el país que competirán para hacerse con el título Swiss Master Cheese 2016. El ganador se anunciará durante la celebración del Salón de Gourmets (del 4 al 7 de abril en Madrid) y se llevará como premio su propio peso en queso.
El certamen —abierto al público en la antigua sala de juegos del Círculo de Bellas Artes de Madrid— se desarrollará con tres eventos consecutivos: una masterclass, una degustación de las principales variedades de quesos suizos y el concurso de cata a ciegas.
La jornada dará comienzo con una masterclass liderada por Enric Canut, uno de los mayores expertos queseros de España, que demostrará los beneficios de consumir unos quesos naturales, sin aditivos ni conservantes, sanos y aptos para todos, puesto que los quesos suizos no contienen ni gluten ni lactosa. Seguidamente, los asistentes podrán catar los diferentes quesos de Suiza: Le Gruyère, Emmentaler, Sbrinz, Appenzeller, Tête de Moine, L’Etivaz y Vacherin Fribourgeoise.
Y por la tarde tendrá lugar la celebración del concurso Swiss Master Cheese 2016, una prueba de cata a ciegas en la que competirán los 80 participantes seleccionados. Los concursantes se retarán a sí mismos poniendo a prueba sus conocimientos sobre el mundo del queso y la sensibilidad de su paladar. Deberán acertar un total de siete pruebas sensoriales para conseguir el título de Swiss Master Cheese 2016 y, como premio, su peso en queso.
Artesanía y control
Los Quesos de Suiza son reconocidos internacionalmente por el cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.
Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes. La rigurosa normativa suiza, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera.
Desde el punto de vista del aporte nutricional, los quesos suizos de corteza dura, como el Emmentaler, Le Gruyère y el Sbrinz contienen más calcio que el resto de los quesos, mineral indispensable para la formación de los huesos y la salud dental. Además, según han demostrado diversos estudios, los quesos suizos son ricos en triptófano, un aminoácido que ayuda a prevenir y/o superar los estados depresivos, la ansiedad e incluso las fobias.
