En esta época del año en la que en muchos lugares de España es fácil recolectar champiñón salvaje, apetece una receta para conservarlos de forma sana y natural, reservándolos en la despensa unos meses, para estar surtidos en ‘las vacas flacas’. La fórmula es ideal para el champiñón salvaje, pero igualmente se puede preparar con […]
En esta época del año en la que en muchos lugares de España es fácil recolectar champiñón salvaje, apetece una receta para conservarlos de forma sana y natural, reservándolos en la despensa unos meses, para estar surtidos en ‘las vacas flacas’. La fórmula es ideal para el champiñón salvaje, pero igualmente se puede preparar con champiñón cultivado, que se puede encontrar en cualquier comercio de frutas y verduras.
Mezclamos 50-60 g de sal en 750 ml de agua y en esta disolución echamos las cebollitas pequeñas (medio kilo), sin pelar. Tapamos y dejamos reposar 24 horas.
Ponemos en un recipiente 750 ml de vinagre al estragón, añadimos de 12 a 15 granos de pimienta y lo llevamos a ebullición. Dejamos enfriar.
Las cebollitas que teníamos reservadas desde ayer, las pelamos y las aclaramos en agua.
Ahora vamos con los champiñones, que conviene que sean también pequeños. Necesitaremos alrededor de medio kilo. Los limpiamos y arreglamos, cortando la parte fea del tallo.
Una vez enfriado el vinagre, volvemos a calentar y cuando comience a hervir añadimos los champiñones y las cebollitas, que no deben cocer más de un minuto.
Retiramos, vamos colocando las verduras en botes, encajándolas bien con una cuchara, las cubrimos hasta el borde con el vinagre, cerramos fuertemente los tarros y les damos la vuelta para comprobar que no se sale el líquido y que por lo tanto han quedado perfectamente sellados.
Ahora solo queda guardar las conservas en un lugar seco, fresco y sin luz, dejándolas madurar durante dos o tres meses, antes de consumirlas.
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