Después de haber disfrutado durante las fiestas navideñas de un estupendo jamón ibérico surgen las irremediables dudas —dónde guardarla, taparla o no, con qué…— sobre cómo conservar la pieza en las mejores condiciones, una vez empezada, para que mantenga todas sus propiedades.
Por ello, desde la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), que representada a más del 95 % tanto de la rama de la producción (ganaderos) como de la de transformación de cerdo ibérico, han querido ofrecer una serie de consejos clave con los que alargar la calidad de una pieza ya empezada, evitando su oxidación y conservando todos sus aromas y sabores.
Conservar el jamón ibérico
- Una vez abierto un jamón ibérico, para conservarlo de la mejor manera posible lo recomendable es guardarlo en un lugar fresco y seco, a salvo de la luz directa del sol, evitando cambios de temperatura.
- Para que mantenga todas sus cualidades organolépticas, así como su aroma e intensa textura, se debe dejar sin limpiar la capa exterior de la parte que no vayamos a cortar.
- Es importante hidratarlo con su propia grasa al terminar de cortar y justo antes de empezar, frotando sobre la superficie del corte. Para ello es fundamental conservar la grasa interior blanca que se ha retirado cuando se ha abierto la pieza. Nunca se debe utilizar la grasa de cobertura exterior, de color amarillento y sabor rancio.
- Posteriormente se debe tapar con un trapo opaco de algodón, protegiéndolo así de la luz y la humedad para evitar el contacto con el aire. Si el consumo no va más allá de cuarenta y ocho horas, también se puede utilizar un film transparente que se adhiera a la carne y permita su conservación en condiciones óptimas.
- El envasado al vacío en blísters o envases unitarios es una de las opciones más versátiles e interesantes para conservar el sabor y el aroma de un jamón ibérico. En este caso, es importante guárdalo en el frigorífico a una temperatura de entre 5 ºC y 2 ºC. No se recomienda congelarlo ya que puede perder propiedades.
- Para apreciar todos sus matices, se debe sacar del frigorífico con, al menos, dos horas de antelación. Es aconsejable sumergirlo unos instantes en agua templada y abrir el blíster media hora antes de servirlo. La temperatura ideal de consumo es de 24 ºC y la grasa del Jamón Ibérico debe tener un tono transparente, de este modo sabremos que es tiempo de degustarlo en sus mejores condiciones.
Resumen

Título
Cómo conservar un buen jamón ibérico después de empezado
Descripción
Después de haber disfrutado durante las fiestas navideñas de un estupendo jamón ibérico surgen las irremediables dudas sobre cómo conservar la pieza en las mejores condiciones, una vez empezada, para que mantenga todas sus propiedades.
Autor
Diario de Gastronomía